ITP Aero./ ITP

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Empresas

Sener e ITP reconocen impactos en sus cadenas de suministros

El sector aeronáutico vasco trabaja en evitar roturas aprovisionando materiales

18 marzo, 2022 05:00

La amenaza la dejaba caer la consejera Tapia este jueves tras su reunión con la logística: la huelga del transporte y la guerra de Ucrania han creado un cóctel difícil para el empresariado vasco que, "en el peor de los casos", podría generar "un problema de suministros y desabastecimiento". El problema de suministros ya está aquí, con el "cuello de botella" en el puerto de Bilbao más palpable a cada día de parón entre los transportistas que secunda Hiru. El desabastecimiento aún no, pero el sector aeronáutico está trabajando activamente para protegerse precisamente de esa amenaza.  Pese a que empresas como ITP Aero, Sener o Aernnova podrían ver un aumento de interés por ellas a raíz de la guerra en Ucrania -algo especialmente en el caso de ITP, donde la vía Indra para cerrar la operación de compra ha ganado fuerza desde que la SEPI decidiese aumentar su presencia en la compañía para forzar la entrada en el accionariado de ITP-, lo más inmediato para las tres compañías es un periodo de incertidumbre y dificultad.

A la crisis de suministros provocada por la pandemia se le ha sumado unos precios energéticos desorbitados, el paro del transporte y una mayor vulnerabilidad de los suministros con las sanciones a Rusia y Ucrania. La república de Vladimir Putin, por ejemplo, abastece del titanio, un material de gran importancia para estas industrias junto al aluminio, entre los que también destaca Rusia como proveedor. En el caso de Sener la carencia de estos dos metales ya se está notando, pero los componentes electrónicos siguen siendo el eslabón más débil en la cadena de suministros para la compañía. Fuentes de la compañía señalan a 'Crónica Vasca' que esos componentes, "necesarios para nuestros equipos destinados a programas espaciales", están experimentando "volatilidad en el precio y retrasos importantes".

ITP no se encuentra en una situación muy distinta. Desde la compañía quitan hierro al impacto estructural de la guerra en el negocio y señalan que su exposición al mercado ruso es "limitada", aunque "el impacto en el sector aeronáutico es incierto todavía". Sin embargo, sí que reconocen que están trabajando más "en la gestión de materias primas en nuestra cadena de suministros". De hecho, la aeronáutica vasca está trabajando "en hacer provisiones de aquellos materiales que puedan empezar a escasear en el mercado"; es decir, ITP está aprovisionando materiales igual que han hecho empresas vascas de otros sectores. En el caso concreto del titanio, la aeronáutica vasca asegura tener "buenos niveles de inventario para cubrir las necesidades en el corto plazo".

Costes energéticos

Al problema de suministros se le suma otra derivada: la emergencia energética por la que está pasando Euskadi. Son los altos costes energéticos los que han conducido al descontento entre transportistas y de ahí se ha llegado a esta huelga y a este agravamiento de la crisis de suministros. El sector aeronáutico y aeroespacial también está notando el encarecimiento de la factura, con unos "elevados costes de la electricidad" para Sener. En Aernnova fuentes consultadas por 'Crónica Vasca' señalan que no están viendo afectada su producción por la factura energética pero sí hay "preocupación" en el seno de la compañía alavesa por si el precio de la energía sigue creciendo.