Mientras Saitec ultima los preparativos de su plataforma flotante en Armintza para hacer posible la eólica flotante en Euskadi con los aerogeneradores más grandes del mundo, en el interior de la comunidad autonóma se fraguan proyectos para la otra gran energía renovable: la solar. Este martes, EMICA ha presentado su división solar, centrada precisamente en hacer posible que la fotovoltaica llegue también a funcionar de forma flotante en balsas de agua y embalses. Un mercado recién regulado por el Gobierno central -el Ministerio para la Transición Ecológica acaba de identificar 106 embalses de titularidad nacional para instalar placas solares flotantes- y que podría producir hasta 20 GW entre embalses y balsas de agua de particulares, cooperativas o mancomunidades que apuesten por el autoconsumo.
Pese a no ser una iniciativa única en el conjunto de España, el modelo de Emica se diferencia de otros por tener una inclinación mayor -de hasta 25º frente a los 10º habituales que hacen que las placas tengan una apariencia mucho más plana-, paneles bifaciales para incrementar el rendimiento energético de las placas de Emica y una estructura similar a la de un trimarán que reduce el contacto con la placa de agua hasta un escaso 7%, lo que hace que se reduzca la evaporación de agua, el mantenimiento -hay menos suciedad en el aire que pueda ensuciar las placas- y la afección sobre la flora y fauna de su entorno. Los paneles bifaciales permiten, además, aprovechar mejor la luz solar, el reflejo de esta del agua y contribuye a una mayor refrigeración del agua, lo que contribuye también a que el rendimiento de las placas sea mayor. Pese a que la inmensa mayoría de los componentes se adquieren a empresas especializadas, EMICA se encarga de la integración de los distintos componentes, modifica parcialmente algunos materiales metálicos y se centra en la ingeniería.
El prototipo presentado este martes en el Parque Tecnológico de Álava es meramente demostrativo y busca testar si las tareas de montaje, operación y mantenimiento funcionan correctamente. Situada sobre la balsa de recogida de agua de lluvia para riego del parque, esta instalación, pionera en Euskadi, cuenta con un total de 32 paneles solares que ocupan 140 m2 y que, funcionando con normalidad, podría abastecer a siete viviendas. Pese a ello, la firma de bombeo, con más de un siglo de antigüedad, planea empezar las ventas en el segundo semestre de este 2022 entre clientes que ya han pasado por la instalación de Miñano y han mostrado su interés por las fotovoltaicas flotantes de Emica. Fuentes de la compañía consultadas por 'Crónica Vasca' señalan que las fotovoltaicas flotantes podrían verse pronto en emplazamientos cercanos al parque tecnológico alavés aunque también en otros puntos de la geografía española. Andalucía, el Levante español o Iparralde son algunos de los potenciales mercados a los que aspira la firma de Abanto-Zierbena, que ha recibido apoyo tanto de la Diputación de Bizkaia como del Gobierno vasco.
Pese a que el objetivo de Emica pasa por ser el líder español de este mercado emergente -en consonancia con el resto de las renovables tras el estallido de la guerra en Ucrania y el encarecimiento de la energía- el proyecto de Emica no es el único en España. Hace unos meses, Acciona instaló una plataforma con un menor grado de inclinación, provista de 3.000 paneles y capaz de generar hasta 1,1 MW en el embalse extremeño de Sierra Brava. La instalación de Acciona ha sido la primera en conectarse a la red energética española aunque existen ya "un puñado" de plantas fotovoltaicas flotantes en el país. Eso no quita para que "en un momento de poca competencia" como el que entiende Jon Ander Aguirrebengoa, director general de EMICA. "Aspiramos a liderar el mercado en España", ha señalado a este diario el Director de Ingeniería de la firma, Ricardo Lamadrid.