La sociedad propietaria de la Torre Bizkaia tributa en Madrid

Apenas cuatro días después de que trascendiera la compra de la Torre Bizkaia por parte de las familias Galíndez e Ybarra, en Madrid, en la calle Pedro de Valdivia, Rafael Canales, el CEO de Onchena constituía junto a José Galíndez, el presidente del Círculo de Empresarios Vascos, Torre Bizkaia S.A. Una sociedad con la "adquisición, explotación y alquiler de fincas" como objeto social y dedicada a la "compraventa de bienes inmobiliarios" según figura en el Registro Mercantil. Torre Bizkaia, ubicada al lado del Paseo de la Castellana, es una firma de la que nadie tuvo conocimiento en el anuncio de la compra, que se comunicó como una compra realizada por los 'family office' de los Galíndez y los Ybarra: Beraunberri y Onchena. El pasado 1 de febrero, Álvaro Ybarra también accedió al consejo de administración de Torre Bizkaia para que un mes después se cerrase definitivamente el acuerdo con el fondo inversor Angelo Gordon y con Talus Real Estate.

Por tanto, la empresa dueña de la Torre Bizkaia desde el 1 de marzo está domiciliada en Madrid según ha podido comprobar 'Crónica Vasca'. La firma tiene allí su domicilio social, pero también el fiscal según han asegurado a este periódico responsables de Onchena, el family office de los dueños del grupo Vocento.

La decisión de los propietarios de la Torre Bizkaia de tributar en Madrid responde a la tributación de las socimis (las sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria) y las diferencias entre la fiscalidad vizcaína -que hace que las socimis tributen el 24% que marca el tipo general del Impuesto de Sociedades- y el régimen común, mucho más laxo con este tipo de sociedades a pesar del endurecimiento de las reglas fiscales para estas sociedades en 2021. Hasta entonces las socimis tributaban al 0% a cambio de distribuir el 80% de sus beneficios entre sus accionistas, que sí que tributan esos rendimientos. Ahora los beneficios no distribuidos también tributan, pero lo hacen a un 15% todavía bastante inferior al de la fiscalidad vizcaína.

"La voluntad de tributar en Bizkaia estaba ahí" argumentan desde Onchena, pero han sido estas diferencias fiscales -"no había facilidades" señalan desde el family office de los Ybarra- las que va a hacer que los rendimientos que generen alquileres como los de Primark, la Diputación Foral de Bizkaia (1,3 millones) o BBVA sean cobrados por la Administración central en vez de por el Gobierno foral de Bizkaia. Además del varapalo fiscal, el movimiento supone otro paso más en el proceso de pérdida de pujanza de Euskadi que ha puesto de relieve el progresivo desmantelamiento de la estructura de Siemens Gamesa en Zamudio -con casi toda su plana mayor ya instalada en la capital nacional- o el primer informe publicado por Zedarriak advirtiendo de la pérdida de competitividad por la que está pasando la comunidad autónoma.

Las familias dueñas del edificio están entre las más laureadas de Neguri. Los Galíndez tenían el control de Solarpack hasta su venta el pasado otoño al fondo sueco EQT y los Ybarra son dueños, entre otros, del grupo Vocento. Precisamente estas dos familias han accedido recientemente a entrar en FiberCo, la sociedad que gestionará y explotará la red de fibra de Euskaltel, ahora en manos de MásMóvil y que este pasado miércoles completaron su proceso de integración de los clientes de la 'teleco' vasca en la firma de Meinrad Spenger.

En el edificio de la Torre Bizkaia ya está instalada Primark. La multinacional irlandesa del textil tiene en su poder, el bajo y las cuatro primeras planta de un edificio que hasta su anterior venta a Angelo Gordon era el cuartel general de BBVA. Además allí también se ubicará la sede del BAT (B Accelerator Tower), el centro de emprendimiento que impulsan la Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao que ocupará ocho plantas y que, por el momento, solamente tiene confirmada públicamente la presencia de 30 empresas vascas después de que los contactos con gigantes tecnológicos como Google no fructificasen para hacer de la Torre Bizkaia el "Guggenheim del emprendimiento", como lo llamó el diputado general vizcaíno, Unai Rementería. El ente foral también trasladará a parte de sus empleados públicos a ese edificio en una inversión que supondrá un desembolso anual de 1,3 millones por el alquiler de las plantas que ocupará la Administración vizcaína.

La compra del edificio por parte de los Galíndez y los Ybarra fue una operación que ambos clanes justificaron apoyándose precisamente en los "interesantes ratios de rentabilidad" que presentaba el inmueble, por el que pagaron más de 160 millones de euros. En la operación inmobiliaria los vendedores estuvieron asesorados por CBRE y JLL y por Pérez-Sasia Abogados en el caso de los compradores.

Gonzalo Sánchez (PwC), Aburto y Rementeria, la vicensejera Hernáez y la CEO de Talent Garden, Irene Boni. / CV

A debate entre oposición y Gobierno foral

La oposición al Gobierno foral ya expresó a finales de enero su malestar por cómo se había gestionado la instalación de Bizkaia en el emblemático edificio de la Gran Vía bilbaína. EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP hablaron de falta de transparencia y pusieron en entredicho la pertinencia del gasto público que suponía ocupar ese edificio. "La única certeza que tenemos sobre la Torre Bizkaia es el pelotazo inmobiliario" llegó a afirmar Israel Escalante, juntero de Elkarrekin Podemos. En la sesión parlamentaria que centró las críticas a este proyecto la diputada de Promoción Económica, Ainara Basurko aseguró que la venta del inmueble no afectaba al arrendamiento foral porque el contrato de alquiler con Angelo Gordon ya contemplaba la posibilidad de que el inmueble fuese vendido y el contrato de arrendamiento pasase a manos del nuevo dueño de la Torre Bizkaia.

Hasta la fecha, son treinta las empresas cuya presencia en el centro de emprendimiento están confirmadas, pero fuentes consultadas por este diario señalan que se está trabajando por incorporar a más firmas al BAT y se ha conseguido adherir alguna firma más últimamente, si bien no se ha hecho pública todavía quiénes son esas empresas. Aunque el plan inicial de la Diputación pasa por ocupar ocho plantas, existiría la posibilidad de que la Administración de Bizkaia ocupase otras dos plantas más si así lo desease.