Arranca una semana combulsa en Mercedes Vitoria. Esta misma mañana, el director general de la patronal alavesa, SEA, Juan Ugarte, se ha pronunciado sobre la situación que atraviesa en estos momentos la factoría y ha advertido de que los paros convocados por la parte social no son "la mejor tarjeta de presentación" para atraer una inversión "importantísima". Ugarte hace referencia a esos 1.200 millones que están sobre la mesa y que pueden ser vitales para la factoría. Y ha lanzado una petición: "Llamo a las partes a la cordura porque nos la jugamos los trabajadores actuales, los futuros, todo Álava y una parte importante de Euskadi".
El pasado viernes, la dirección de la factoría suspendía las negociaciones con el comité sobre convenio colectivo hasta que concluyan las jornadas de huelga convocadas en la planta de Vitoria, una decisión que comunicaba a los representantes sindicales en la reunión que mantenían ambas partes. Según ha explicado la parte social, en esa última reunión no había avances en torno a esta cuestión ya que la postura de la dirección no habría variado, sobre todo en lo referido a la flexibilidad.
Tras este movimiento de la dirección, los sindicatos aseguraban que iban a mantener las jornadas de huelga, la primera el próximo 22, día en el que hay dos convocatorias de paro de 24 horas, una organizada por ELA, LAB y ESK y otra por UGT y CCOO. Además, UGT y CCOO tienen formalizada otra convocatoria de huelga para el 29 de junio y ELA, LAB y ESK otros días de paros entre el 27 de junio y el 1 de julio. Por lo que se avecinan jornadas movidas en la factoría de Vitoria.
Férreo compromiso de las instituciones con la dirección
De esta manera, la patronal alavesa se alinea con la postura de la dirección y también de las instituciones públicas. De hecho, la unión entre estas partes es más férrea que nunca tras la renovación de ese Memorando de Entendimiento y el anunció del viaje del lehendakari a Stuttgart para garantizar esa inversión de 1.200 millones de euros que será vital para dos proyectos clave: la Vito eléctrica y la fábrica de baterías Basquevolt. Sobre esta visita, Ugarte ha insistido en que ese montante sería "brutal" y "consolidaría el proyecto Mercedes para los próximos diez años". "No somos conscientes de lo que supone para Álava y Euskadi y me parece normal que las instituciones echen el resto para que el proyecto se ejecute en Álava" ha insistido.
Por su parte, los sindicatos han denunciado toda esta situación como un "chantaje" por parte de la dirección y de "presión" por parte de las instituciones para lograr un acuerdo. Algunos como ELA y LAB sienten que tanto el Gobierno vasco como la Diputación de Álava se han puesto "del lado" de la dirección.