La sangría continúa en Indra a la espera de su entrada en la operación de ITP Aero y de la autorización de la compra del fabricante vasco por parte de Bain Capital. Tras la salida de Silvia Iranzo este lunes de la cúpula de Indra, el consejo de administración se reunió ayer para abordar la situación del gobierno corporativo de la firma. En ese encuentro de los directivos, Ignacio Martín, el penúltimo consejero independiente de la firma, comunicó su decisión de abandonar el órgano de gobierno de la tecnológica española antes de octubre, dejando así a Francisco Javier García Sanz, presidente no ejecutivo de Tubacex y exdirectivo de Volkswagen como el único independiente en Indra. Ignacio Martín, al igual que Iranzo, también tiene vínculos vascos: es donostiarra y fue CEO de CIE Automotive y presidente ejecutivo de Siemens Gamesa.
Junto a esta dimisión, el consejo de ayer dejó como el otro gran titular la decisión de Marc Murtra de renunciar a su voto de calidad para desempatar las votaciones en el consejo de administración. Era una de las bazas que tenía guardadas el presidente no ejecutivo de Indra antes del vuelco de poder abordado en la junta de accionistas de la semana pasada. Hasta su salida, Martín estará al frente de la Comisión de Nombramientos. Desde ahí fue desde donde Alberto Terol lideró hasta su salida la oposición al núcleo favorable a los intereses del Gobierno central, llegando a emitir informes desfavorables a la entrada de Jokin Aperribay como representante de SAPA.
Para rehacer el consejo y salvar los intereses de los accionistas minoritarios, Indra ya trabaja en conseguir nuevos consejeros independientes que representen el 50% del consejo. Para ello, la tecnológica española abre ahora un proceso de selección en el que estará asesorada por una consultoría independiente y en la que primará el nombramiento de mujeres en un consejo de administración que actualmente, tras la salida de Silvia Iranzo, es íntegramente masculino. Las tensiones en Indra han sido precisamente el freno a la autorización de la compra de ITP Aero por parte del Gobierno central. Rolls-Royce confiaba en que la operación se autorizase ayer en el consejo de ministros, pero esa autorización no llegó y, según fuentes cercanas a la operación, se extenderá más allá de junio, que era el plazo que inicialmente se habían fijado los principales actores de la compra para que todo estuviese listo.