Que Mercedes Vitoria perdiera la inversión millonaria que hay sobre la mesa sería "verdaderamente trágico". Así de claro se ha manifestado el portavoz del Ejecutivo vasco, Bingen Zupiria, y ha asegurado que "la obligación" tanto del lehendakari, Iñigo Urkullu, como del propio Ejecutivo, es "establecer las condiciones más adecuadas posibles" para que se materialice. Zupiria ha hecho un llamamiento a ambas partes implicadas en este conflicto, dirección y comité, y ha señalado que "hay que diferenciar" el conflicto laboral que mantienen los trabajadores de la planta vitoriana de Mercedes en defensa del convenio colectivo y el anuncio de la inversión que pretende realizar la empresa alemana.
Así ha señalado en una entrevista en ETB1 que, para la solución del conflicto laboral, "no hay otro camino que hablar para llegar a acuerdo" entre la empresa y los representantes de los trabajadores. "Creo que cuando se anunciaron dos inversiones anteriormente también se vivía una situación parecida, y, si hasta ahora ha sido posible llegar a acuerdos, no quiero ver otro escenario que no sea ese. Creo que sería verdaderamente trágico que la planta de Vitoria perdiera la inversión anunciada por Mercedes", ha reiterado.
6 de julio: el lehendakari en Alemania y los trabajadores de nuevo a la huelga
Tanto desde las instituciones públicas como desde la dirección de la factoría en Vitoria lleva insistiendo en que este montante desde Alemania es vital y estratégico para la economía de Euskadi. Y es que hay mucho en juego sobre la mesa: 1.200 millones de euros que serían clave para la adjudicación de la Vito eléctrica y también para la fábrica de baterías Basquevolt de la cual Mercedes sería el primer cliente confirmado. Para garantizar dicha inversión, el propio lehendakari Urkullu junto con la consejera Arantxa Tapia, viajarán el próximo miércoles 6 de julio hasta Stuttgart. Una jornada que va a coincidir simultáneamente con otra jornada más de huelga en la factoría vitoriana.
Ya van tres paros "históricos" en la planta con un seguimiento del 95% según la parte social y del 75% según la dirección de Emilio Titos. Y por el momento no parece que haya una solución a corto plazo por la postura inmovilista que han adoptado ambas partes, después de que la dirección decidiera levantarse de la mesa de negociación hasta que terminaran las huelgas y la respuesta de la parte social que fue la convocatoria de más paros.
Unas jornadas de huelga de los trabajadores para mostrar su rechazo a la pretensión de la dirección de la empresa de aumentar la flexibilidad con la implantación de una sexta noche de trabajo. Para la próxima semana ya está convocada esa otra jornada el 6 de julio. ELA, LAB y ESK pretenden extender los parones al 7 y 8 de julio. Hace escasas horas era el propio Urkullu quien habla al respecto y mostraba su inquietud por esta situación que califica de "preocupante".