"Es un buen acuerdo. Es lo máximo que la empresa puede pagar". Así se pronuncia Emilio Titos, director de la factoría Mercedes Vitoria, a preguntas de 'Crónica Vasca' sobre el acuerdo para renovar el convenio alcanzado con CCOO, UGT, PIM y Ekintza. La fábrica más grande de Euskadi, con 5.000 trabajadores y cientos de empresas vinculadas a su actividad, vive este lunes una jornada vital para su futuro con un referéndum que va más allá del plano laboral.
merche
Los trabajadores votan desde las 10.15 horas de este lunes de manera presencial en las instalaciones de la multinacional en Gasteiz, mientras que quienes se van a pronunciar sobre el convenio de forma telemática lo vienen haciendo ya desde esta pasada noche. Aunque el resultado oficial se conocerá casi de madrugada (las urnas están abiertas para el turno nocturno hasta las 2.15 horas del martes), a medida que vayan pasando las horas podrían tenerse nociones de por dónde va a ir el resultado.
Por un lado, el bloque mayoritario que encabezan CCOO y UGT consideran que el acuerdo alcanzado es positivo y, sobre todo, entienden que es la llave para amarrar una inversión de 1.200 millones de euros para conseguir la producción de un nuevo modelo de furgoneta eléctrica. "Si no hacemos este esfuerzo, nos quedaremos con un vehículo viejo más costoso y no vamos a poder competir en el mercado", señalaba Titos a 'Crónica Vasca', y afirma que votar no al convenio es "el principio del fin".
Igor Guevara, presidente del comité de empresa de Mercedes / CV
Por otro lado, ELA, LAB y ESK rechazan el acuerdo alcanzado la semana pasada principalmente por no contemplar subidas salariales vinculadas al IPC y la flexibilidad. "Mercedes acumula desde 2016 más de 949 millones en dividendos repartido. No hay razón objetiva para no exigir el IPC”, señalaba el viernes Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA. La plantilla respondió de forma mayoritaria a las huelgas convocadas la semana pasada, incluidas las jornadas posteriores al acuerdo entre la dirección y el bloque de CCOO y UGT. La plantilla decidirá en las próximas horas si sella la paz con la multinacional o mantiene las espadas en alto para mejorar el último acuerdo.