Apenas dos meses después de que se acabase el plazo para presentar convocatorias al PERTE de automoción y con las bases del PERTE naval y el agroalimentario publicadas hoy, el Gobierno central sigue dando pasos en la tramitación -tantas veces criticada por su lentitud- de los fondos europeos. Después de haber pasado por la comisión evaluadora de los proyectos presentados al PERTE del vehículo eléctrico, la Dirección General de Industria ha publicado este lunes la resolución provisional de cómo se distribuirán esos fondos entre los proyectos presentados. Una resolución a la que ha tenido acceso 'Crónica Vasca' que asigna 700 millones ya de los casi 3.000 destinados a este proyecto y que sonríe a Euskadi, ya que todos los proyectos vascos han pasado la primera criba ministerial, que ha dejado fuera del dinero de Bruselas a la gigafactoría de baterías de Extremadura y al PERTE de Stellantis en Galicia y Madrid.
Así el megaproyecto de Mercedes -con aliados como Basquevolt, Ulma, Zigor Corporación, Gestamp o Ingeteam- es el segundo mejor financiado de todos los que han recibido luz verde de Industria. La preparación de Vitoria para transitar hacia un futuro eléctrico -superado ya el rompecabezas del convenio laboral- recibirá un total de 159,3 millones de euros, de los cuales 67,4 millones serán en ayudas directas y 91,9 millones llegarán a través de préstamos, con una proporción de un 58% de financiación mediante créditos y un 42% a través de ayudas directas. Un presupuesto generoso al que habrá que sumar los 1.200 millones de inversión por parte de la propia Mercedes, pero peor que el de Seat y Volkswagen, que se llevan 167,3 millones, con 95 en ayudas y 72 en créditos para un proyecto en el que están presentes firmas vascas como Iberdrola, el grupo Celsa (dueño de Nervacero), Gestamp o Gonvarri.
Tras estos dos macroproyectos se sitúa la electrificación de Ford en Almussafes, que recibe 106,3 millones para implantar una nueva plataforma y el hub eléctrico que proyecta QEV Technologies -con la presencia de GAEA Inversión- y Btech para reindustrializar la antigua fábrica de Nissan en Barcelona. Un proyecto que logarará un apoyo directo incluso más fuerte que Mercedes, con 100 millones de ayudas directas y solo cinco en préstamos. Por su parte, el proyecto de Opel en Zaragoza, a diferencia del de Vigo y Madrid, sale adelante con 42 millones de Bruselas.
Fuera de los grandes fabricantes, los dos proyectos liderados por empresas vascas también salen muy favorecidas. SoNNMESyCo, la iniciativa que lidera SAPA, se lleva 25,2 millones con un buen balance también de ayudas frente a créditos. El consorcio del holding de los Aperribay, al que acompañan compañías como GKN o la vitoriana Ausa Special Steels, recibirá 21,6 millones en ayudas directas frente a solo 3,6 de préstamos. Por su parte el proyecto Capital de Irizar se llevaría 24 millones de los 63 que solicitaba para su proyecto, en el que le acompaña Iberdrola como socio energético junto a un generoso puñado de empresas vascas como Cidetec, Jema Energy, Masats o Datik Información Inteligente. Por su parte, Fagor Electrónica contaba con un proyecto que no había trascendido hasta ahora: el proyecto Invecpro, destinado a una nueva generación de vehículos eléctricos profesionales de alto valor añadido y que recibirá 7 millones de los 12 que solicitaba.
A esta primera propuesta se podrán presentar alegaciones durante las dos próximas semanas -diez días hábiles- tanto desde las empresas adjudicatarias como por parte de quienes se han quedado fuera de la financiación de Bruselas en esta propuesta provisional.