Empresas

Una de cada cuatro empresas ha dejado de ser rentable por la crisis del covid

Un estudio de Orkestra remarca que un 27% de las firmas vascas con beneficios han dejado de tenerlos a raíz de la pandemia, de las que una pequeña parte arrastra problemas de solvencia

29 agosto, 2022 05:00

La pandemia pasó pero no sus consecuencias sociales y económicas. Eso afecta directamente al mundo empresarial, de forma que empiezan a cocinarse datos sobre el alcance real que ha tenido esta última fase de parón económico en los diversos negocios. Un informe de Orkestra, el Instituto Vasco de Competitividad, sobre un global de más de 18.000 empresas, señala que más de una cuarta parte de las que gozaban de rentabilidad (capacidad de generar excedente de su actividad) antes de la pandemia perdieron este margen positivo por el virus.

Eso no significa que su viabilidad esté en riesgo, de hecho la parte de estas empresas que sufren problemas de solvencia (mala ratio entre patrimonio y deuda financiera neta) es muy pequeña. El informe analiza estos dos indicadores, la rentabilidad y la solvencia, llegando a la conclusión de que el virus ha impacto más en el primer aspecto. Las restricciones y los problemas derivados de los cierres de algunos mercados han mermado así los números de muchas compañías a corto plazo pero no son muchas las que han visto peligrar la salud del proyecto a más largo plazo.

Representantes de Orkestra. / EP

Representantes de Orkestra. / EP

De estas 18.000 empresas analizadas, antes de la pandemia eran cerca de 13.000 las que gozaban de la condición de rentables y solventes. Esa cifra se reduce por tanto en un 27%, con lo que tras la pandemia son 3.400 menos, hasta algo más de 9.000. Aunque evidentemente hay excepciones que antes tenían problemas y tras el covid han logrado pasar a engrosar este grupo de privilegio, el volumen de compañías a la vez rentables y solventes pasa a ser aproximadamente la mitad de la muestra estudiada.

Por otro lado, antes de la pandemia el 12% de las empresas presentaban algún tipo de problemas de solvencia, porcentaje que ha aumentado hasta suponer el 14%, apenas dos puntos más. Por último hay un grupo de unas 1.500 firmas que no son ni rentables ni solventes que son las que tienen el futuro más negro.

En general se puede sostener un periodo puntual de números rojos cuando se cuenta con respaldo financiero o activos que soporten esos resultados adversos, mientras que salir de una situación de poca solvencia es más complicado. Normalmente ambos conceptos van de la mano y la falta de pedidos y negocio suele conducir al endeudamiento, aunque no siempre es así. De hecho no son excepción los empresarios que tienen clientes y pedidos pero acusan un fuerte endeudamiento que les obliga a tomar medidas incluso llegar al concurso de acreedores.

Más insolvencias

El análisis de Orkestra, coordinado por Susana Franco y James Wilson, señala que, aunque los créditos dudosos en el sistema se mantienen por debajo del 5%, se augura un repunte de los procesos de insolvencia de cara a este ejercicio 2022. "Las políticas de liquidez han cedido el protagonismo a políticas dirigidas a mejorar la solvencia de las empresas, como novaciones de préstamos anteriores, prestamos subordinados, e instrumentos de participación directa en el accionariado por parte de las administraciones públicas", se indica, y se remarca que estas políticas deben ser complementadas con acciones privadas, tanto por parte de los accionistas (ampliaciones de capital) como del resto de agentes financieros.

El pasado mes de julio los concursos de acreedores se dispararon un 43% en relación al mismo mes de 2021, pero el movimiento tiene más que ver con el fin de la moratoria concursal que con un empeoramiento real de la situación financiera general, y de hecho es previsible que continúe el crecimiento de los concursos en otoño una vez se reanude la actividad normal tras el verano. En el acumulado del año se produce un descenso del 12%. Entre las últimas empresas emblemáticas en entrar en esta situación destaca la matricería del grupo Mondragon Matrici, con 25 millones de euros de deuda y que busca pedidos a contrarreloj para convencer a los acreedores de dar continuidad al proyecto.