Las cámaras comienzan el proceso electoral que renovará a Rojo y dará salida a Corres y Esnaola

En unas elecciones que deberían transcurrir sin grandes sorpresas, las cámaras de comercio arrancan este jueves el proceso que debería llevar, hacia mediados de noviembre, a la renovación de las tres instituciones territoriales. Una renovación que verá un cambio de cabeza visible seguro en las cámaras vizcaínas y guipuzcoana. Ni José Ángel Corres ni Pedro Esnaola repetirán en los cargos mientras que la intención de Gregorio Rojo sí pasa por continuar al frente del organismo alavés.

El proceso que arranca este jueves tiene precisamente hoy la parte menos importante. El sistema de elección es a doble vuelta -o con voto indirecto, según se mire- y comienza con la elección de los vocales que conformarán el pleno que, después, será quien elegirá a un nuevo presidente. La inmensa mayoría de las vocalías ya están asignadas al no concurrir más candidatos, aunque algunas de las empresas que abandonan vocalías podrían ser después propuestos por las patronales. Porque ese será el segundo paso: que las patronales elijan a sus vocales, que se sumarán a los votados de forma democrática y a los que después propondrán las empresas que más aportan a los presupuestos de las cámaras de comercio.

José Ignacio Zudaire, director de Personas, Organización, Relaciones Institucionales y Departamento Económico-financiero de Petronor / Petronor

Zudaire y Arregui ganan enteros

A partir de ahí serán esos vocales quienes elijan quién serán los nuevos presidentes de las cámaras. En los mentideros empresariales se especula con que la cámara vizcaína podría caer en manos de Petronor, lo que perpetuaría una posición de influencia de las empresas vinculadas al Puerto de Bilbao en esta institución, al igual que lo hacían hasta ahora con Corres, anteriormente presidente de la Autoridad Portuaria de las dársenas de Santurtzi.

Corres no ha estado falto de episodios tensos durante su mandato en Bizkaia. El último, la vehemente aseveración del presidente de Bahía Bizkaia Gas, Juan Andrés Díez de Ulzurrun, sobre el gas de Subijana. Pero antes ya estuvieron otros momentos como las críticas por la venta de Euskaltel a MásMóvil o las declaraciones en 2018 negándole potencial de crecimiento al aeropuerto de Foronda y augurando un cierre del de Hondarribia. Ahora cogerá la puerta de salida con José Ignacio Zudaire como el candidato con más opciones en las quinielas vizcaínas según fuentes consultadas por este periódico.

En Gipuzkoa también habrá relevo. Pedro Esnaola dejará, al igual que Corres, la Cámara de Gipuzkoa tras tres legislaturas al frente. Allí sería sorpresa que Mauri Arregui, consejero delegado del grupo Ormak, no fuese el relevo. Hombre de la máxima confianza de Esnaola, ahora mismo solo es vocal, pero durante las dos primeras legislaturas de la era Esnaola acompañó al presidente de Quimatryx dentro del comité ejecutivo de la cámara guipuzcoana. Así, la cabecera del comercio guipuzcoano pasará de un perfil más vinculado al sector biosalud a la construcción.

Así las cosas, de la nueva hornada que entró en 2010 a las cámaras vascas, solo Gregorio Rojo continuará como presidente de la entidad alavesa. "Tiene todas las ganas de seguir", señalan desde el entorno del presidente de la Cámara de Álava, que, salvo sorpresa, no encarará estos comicios sin una candidatura propulsada por el PNV para hacerse con el control de la institución como pasó en la fallida intentona de José Miguel Aguirre allá por 2018.

Gregorio Rojo, presidente de la Cámara de Comercio de Álava, durante una reunión con la embajadora de Croacia, Nives Malenica / CV

Recuperar influencia

La nueva hornada en Gipuzkoa y Bizkaia llegarán como la primera presidencia en hacer frente al deterioro de influencia que han experimentado las cámaras en la última década. Un declive que está directamente ligado a la desaparición de la obligación de abonar cuotas, que, según explican fuentes conocedoras de estas instituciones, han reducido a prácticamente la mitad los recursos de las cámaras de comercio.

Ahora, prácticamente abonadas a las subvenciones públicas, las entidades afrontan el reto de recuperar esa influencia y poder en la esfera empresarial que han venido perdiendo en los últimos años y que han dejado a estas instituciones en un segundo plano, dando más protagonismo precisamente a las tres patronales vascas: CEBEK, SEA y Adegi, además de la propia Confebask.