Inmerso en una campaña de elecciones sindicales frenéticas, Raúl Arza (Llodio, 1963), lleva semanas yendo a toda prisa a cientos de empresas. A la cita llega algunos minutos tarde -lo primero que hace es disculparse por el ligero atraso- y acompañarnos a su despacho. Su mesa de trabajo rebosa de documentos, fundamentalmente estadísticas de contratación: las tiene impresas, pero también las consulta en su móvil cuando se le pregunta por datos concretos. "Soy un poco friki de esto", reconoce el secretario general de UGT Euskadi, inmerso en una semana con dos de los comicios sindicales más importantes de Euskadi: las elecciones de Mercedes y las de Michelin. En la factoría de Emilio Titos, las urnas servirán de plebiscito sobre la actitud de las distintas centrales en la negociación del convenio. En la fábrica de César Moñux, los comicios dictarán la composición de un comité que será el encargado de abrir la negociación de un nuevo acuerdo laboral en poco más de un mes.
Encaramos ya la recta final de año. ¿Qué valoración hace en lo laboral?
Es un balance agridulce. No cabe duda de que la necesidad de subir los salarios en Euskadi ha tenido algunos resultados muy positivos. Acabamos de firmar el convenio del metal de Álava y estamos en la lucha por convencer a a patronal de esa necesidad frente al egoísmo de las empresas: si los trabajadores y las trabajadores tienen más recursos van a poder gastar más. Parte importante de nuestro PIB va relacionado con el consumo. Y ese aumento va a mejorar los ingresos fiscales y de la Seguridad Social.
¿Cuál es la parte agria?
Para nosotros es un debe el tema de la seguridad laboral. Los datos de siniestralidad siguen siendo malos y nosotros venimos demandando un plan de choque. No podemos asumir que por el hecho de ir a trabajar haya trabajadores que puedna perder la vida. Hay que darle una dimensión social al problema, más allá de los centros de trabajo, como ha ocurrido con los accidentes de trabajo o la violencia de género. Todos los años estamos alrededor de los 700 muertos, este año previsiblemente superamos los 800 y con algunos accidentes del siglo XIX. Estamos viendo dos tipos de accidentes: en el sector primario y en la construcción. Creo que tenemos que hacer un trabajo de concienciación; las empresas no pueden ser cicateras a la hora de hacer inversiones en prevención de riesgos.
¿Y más allá de la siniestralidad laboral?
También es importante la subida que se va hacer con la renta de garantía de ingresos (RGI), que es nuestro sistema complementario, nuestro sistema de protección social propio. Se está hablando de una subida en torno al 10%. Y luego está la inflación, que se agravó con la guerra en Ucrania con una subida importante en el gasto energético. Nosotros entendemos que ha sido aprovechado por parte de las patronales vinculadas al comercio. Para nosotro ahora el problema es la subida de la cesta de la compra, que está agravando la situación de muchos trabajadores y trabajadoras que tiene problemas para llegar a final de mes. Saludamos las medidas que se están tomando por parte del Gobierno central
La última subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE)... ¿ayuda?
No lo entendemos en esta situación. Pensamos que esa política de subida de tipos del Banco Central Europeo lo único que hace es agravar la crisis y no vemos que en este momento sea una medida que ayude a salir de la crisis: puede tener repercusiones que no sean las correctas. Nosotros entendemos que se puede actuar de otra manera diferente para la bajada de la inflación
¿De qué otra forma?
Creo que ahora tenemos que tomar medidas para abaratar el precio de el precio de los alimentos; han tenido una subida muy importante. Para nosotros esta subida de muchos productos está vinculada con la cerrazón por parte de la patronal a subir los salarios. Si sus precios están subiendo un 15% no entendemos por qué esas empresas, cuando negocian con sus trabajadores, no plantean subidas importantes. La media de subida salarial en España es del 2,6%.
Aquí del 5%. De cerrar el año con una inflación cercana a este número, un 6% por ejemplo... ¿daría por buena esa subida salarial?
Nosotros lo que estamos intentando, como se ha visto en algunos convenios firmados recientemente como el metal de Álava, ha sido buscar claúsulas que garanticen el mantenimiento del poder adquisitivo a través de claúsulas de revisión salarial. Esa nos parece una fórmula razonable. Creo que la patronal ha desaprovechado la oportunidad de poder haber llegado a un pacto de rentas a nivel estatal. Para nosotros ese pacto de rentas no podía ser solo de salarios; también de limitar los beneficios de las empresas. Pero la patronal lo ha desaprovechado. Como estaba en campaña electoral...Garamendi había tomado la decisión de no entrar a eso y creo que ha sido un grave error.
Al menos, la claúsula de revisión salarial del convenio alavés tiene que trasladarse al convenio de Bizkaia
Ha mencionado el convenio del metal de Álava, ya firmado. El que está enquistado es del metal de Bizkaia. ¿Ve a los trabajadores comiéndose el turrón sin convenio?
Espero que no. Creo que el hecho de que haya habido un acuerdo en Álava es un acicate para las organizaciones sindicales, entre ellas la UGT, que estamos liderando la necesidad de llegar a un acuerdo. En Bizkaia tenemos un espejo que es el convenio de Álava y no vamos a permitir peores condiciones. El anterior convenio de Bizkaia posibilitó que se firmara el de Álava -porque había algunos temas vinculados a la subcontratación a los que no queríamos renunciar- y ahora entendemos que, al menos, la claúsula de revisión del convenio alavés tiene que trasladarse al convenio de Bizkaia para buscar el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras.
Y una última pregunta sobre el repaso de 2022: ¿el diálogo social ha ganado o ha perdido este año?
No está ni mejor ni peor. Creo que hay algunos temas que están pendientes: todo lo que ha quedado pendiente de la reforma laboral como el despido... Esperamos que, más pronto que tarde, una vez terminado el proceso de renovación de la CEOE, podamos retomar el diálogo social, porque para nosotros ha sido una herramienta muy útil.
¿Y aquí en Euskadi?
Estamos trabajando. Se está haciendo un trabajo interesante en todo lo que que tiene que ver con la formación continua, con la futura Ley de Empleo para convertir a Lanbide en un organismo cuyo objetivo principal sea realmente devolver al mercado de trabajo a esos trabajadores y trabajadoras desempleadas... Nos estamos centrando también en buscar alternativas para los mayores de 45 años, en su mayoría mujeres con escasa formación. Uno de nuestros objetivos es devolverles al mercado lo antes posible. Y, como consecuencia de la futura Ley de Empleo -que esperemos que se apruebe antes de que se acabe la legislatura-, que convertir a Lanbide en un ente que, aparte de seguir gestionando la RGI y el IMV, sea capaz de dar una oportunidad de formación y de trabajo a esas personas.
Creo que Lanbide necesita recuperar la confianza de las empresas
¿Le incomoda el hecho de que el Gobierno se haya apoyado en una consultora como Deloitte para la reforma de Lanbide?
No nos convence. Principalmente porque somos conscientes de que uno de los problemas que tiene Lanbide es una vinculación muy importante con las políticas de personal vinculadas a Gobernanza Pública. Ahora nos encontramos en un proceso de consolidación de una parte muy importante de sus trabajadores: prácticamente el 90% de los trabajadores y las trabajadoras que son orientadores del Gobierno vasco van a estar en un proceso de consolidación. El diseño que se puede hacer desde una concepción de empresa privada tiene que ver muy poco con la realidad de un organismo público sometido a Gobernanza Pública.
Creo que Lanbide tiene personal suficiente para haber hecho un trabajo de rediseño de Lanbide. Sobre todo, contando con los trabajadores y las trabajadoras, que son quienes están en las oficinas y conocen realmente lo que está pasando
¿Cómo le gustaría que fuese ese 'nuevo Lanbide'?
Nosotros pensamos en un rediseño de Lanbide donde la orientación es la clave, donde el orientador juegue el papel casi de médico de familia. Que tenga un conocimiento preciso de cuál es la situación del desempleado, con una cartera fija de desempleados para ir viendo su situación... Y luego el director de oficina, para nosotros, también tiene que jugar un papel relevante en ese nuevo modelo. Pensamos en un director de oficina que tiene que tener contacto con las empresas, con las instituciones del ámbito geográfico en el que se desenvuelve, para tener un conocimiento pleno de cuál es la situación y para transmitir a las empresas la confianza en que Lanbide les puede ayudar a encontrar las personas mejor preparadas. Creo que Lanbide tiene que la necesidad de recuperar la confianza de las empresas
¿Qué opina del rescate del contrato relevo que parece intentar el Gobierno vasco?
Para nosotros puede ayudar a mejorar los datos si somos capaces de convencer, al Gobierno central en este caso, de que el contrato de relevo se tiene que ampliar a todos los sectores. A nosotros, en el caso de que se volviera a una regulación similar a la anterior, sí que nos parecería una una medida interesante. Ahora estamos viendo que los datos de contratación de contrato relevo son bajísimos. Eso es por las propias características del modelo. Si recuperáramos el modelo viejo del 75-25 y desde los 61 años podría ser una medida que pudieran utilizar las empresas. Incluso la administración pública para para el rejuvenecimiento de plantilla. Porque todos somos conscientes de que aquí al año 2030, más de medio millón de trabajadores y trabajadoras en Euskadi nos vamos a jubilar. Incluido yo mismo (Risas) Creo que sería una buena medida
No entendemos que, con la necesidad que vamos a tener de médicos y enfermeros, en algunas carreras sigamos con unas notas de corte que no tienen que ver con la realidad
¿Entiende que haya jóvenes que piensen que la subida del 8,5% en las pensiones es injusta cuando ellos son el llamado 'precariado'?
Esto no es una batalla entre generaciones. De lo que se trata es de garantizar buenos ingresos a los pensionistas y a los trabajadores jóvenes. Y los trabajadores jóvenes también se tienen que implicar en la lucha en las empresas, se tienen que implicar en este proceso de elecciones sindicales y comprometerse a buscar unas subidas salariales importantes. Nosotros, en el tema de los pensionistas, lo que queremos es que se garantice la ley. Estamos tomando medidas para garantizar el futuro de nuestro sistema de pensiones, no solo garantizando la subida, sino aumentando las cotizaciones. En Euskadi más de 100.000 trabajadores y trabajadoras podrían cotizar por encima del tope de cotización que hay en estos momentos. Eso va a aumentar considerablemente los ingresos del sistema y va a garantizar el futuro. Pero no entendemos que pueda haber gente que esté utilizando esta subida importante para los pensionistas como un arma para abrir una guerra intergeneracional. Creo que son dos temas diferentes.
Lo que parece una evidencia es que hay talento joven que se nos escapa
Las empresas tienen que pagar mejor a nuestros jóvenes y darles una carrera profesional para que no tenga la tentación de marcharse de nuestro país. Vemos que cada día miles y miles de jóvenes al finalizar sus carreras, como no tienen una carrera profesional a la vista y encima sufren unos bajos salarios y, hasta ahora, con la contratación temporal por bandera, se marchaban. Ahora estamos viendo la necesidad que tenemos de médicos y enfermeras. No los tenemos porque muchos tomaron la decisión de marcharse a Alemania, Inglaterra, incluso a Portugal...
¿Y qué opinión le merece eso?
No entendemos como con una necesidad como la que vamos a tener de médicos, sigamos en algunas carreras con unas notas de corte que no tienen que ver con la realidad: jóvenes que quieren estudiar una carrera y que tienen que acabar estudiando otra porque no hay plazas suficientes. Vamos a tener una demanda de médicos, enfermeras, de todos los puestos de la sanidad -también en la educación- muy importante, porque va a haber una renovación de plantillas muy importante en todos los servicios públicos