En plena huelga de la estiba en el puerto de Bilbao 72 palas eólicas provocaron una auténtica debacle. Era 19 de noviembre de 2020 cuando, apenas ocho días después del nacimiento de 'Crónica Vasca', este periódico revelaba que había 72 palas del gigante de la eólica que estaban paralizadas en el puerto de Bilbao por culpa de una huelga que empezaba a ser más que incómoda para el Gobierno central.

Por el camino hasta este 28 de noviembre de 2022 hay una odisea de dos años en los que la estiba ha pasado por absolutamente todo: desde una lista negra hasta un concurso de acreedores, pasando por juzgados, cambios en indemnizaciones, ratificaciones tardías... La estiba ha pasado dos años complicados en los que las crisis económicas se han sumado en el puerto de Bilbao al conflicto laboral. Juntas, estas dos variables han generado un indisgestible cóctel del que ha costado mucho levantar cabeza a las empresas.

Ahora, con dos años en el debe y el fuerte crecimiento de la energía -merced, en parte, a su encarecimiento en el puerto- el 2022 ha cogido al tráfico de mercancías en el puerto con un reto: recuperar peso antes de que las empresas energéticas vayan ganando terreno en un puerto falto de él y necesitado de expansión. De ahí que Bilboestiba pisase el acelerador en septiembre para anunciar a bombo y platillo que empresas y sindicatos estaban en paz con el objetivo de recuperar pedidos desviados al Mediterráneo, Algeciras y Santander.

Una de las joyas de la corona a defender eran esas palas de Acciona que se fueron al traste tras el colapso durante la huelga. Un negocio que, aunque poco valioso, consigue compatibilizar las dos caras del puerto: la energética y la estibadora; el puerto de BBG y la puerta de entrada y salida del comercio exterior vasco. Según ha podido saber este periódico, Toro y Betolaza ha retomado parte de esos pedidos de Acciona para su consigna y estiba. Los pedidos tuvieron un primer anuncio con la llegada a comienzos de mes de un servicio ro-ro con China e India, pero son más las semanas en las que se han visto las palas navarras circulando por el puerto.

El tráfico de estas palas supone un paso importante y, sobre todo, un espaldarazo a la estrategia de las empresas de Bilboestiba, que empiezan a ver cómo vuelve poco a poco el trabajo al puerto. Un trabajo que vuelve a dar ingresos a las firmas, trabajo a los estibadores y oportunidades a los eventuales que no han planteado la guerra judicial con sus contratantes. Fuentes de Nordex consultadas por este periódico aseguran que la empresa seguirá estudiando todas las opciones que ofrecen las dársenas europeas según cada envío, pero vuelven a incluir a Bilbao en su abanico de opciones, lo cual es ya de por sí una buena noticia.