El plan para blindar el futuro de Arcelor Mittal Sestao recibe luz verde de Europa
La multinacional estudia poner en marcha la ACB de forma puntual unos días en febrero para realizar un pedido de bobina sin emisiones
1 febrero, 2023 05:00Arcelor Mittal Sestao, la ACB, parada desde verano, podría retomar la producción puntualmente unos días este mes de febrero para sacar adelante un pedido de bobina ecológica XCarb. Es una posibilidad que se ha comunicado al comité de empresa si bien la decisión aun no está tomada. En todo caso el movimiento no cambiará la tónica general que espera a la factoría para este 2023 ya que no se prevé que el arranque tenga continuidad en el tiempo. La buena noticia para la ACB es que las ayudas para la descarbonización solicitadas por la multinacional y que inciden directamente en la sucursal de Sestao han superado un primer trámite de gran importancia en Bruselas.
Como señalan desde la compañía, se trata de un "paso adelante importante" aunque todavía queda camino por recorrer a nivel burocrático para disponer de esos 450 millones de euros que el grupo ha solicitado a Europa. En concreto, Competencia ha concluido el análisis del expediente del que dependen las ayudas con resultado favorable, como ha anunciado el presidente de Asturias, Adrián Barbón, que valoraba muy positivamente la noticia por lo que significa para su comunidad autónoma, en la que Arcelor tiene su cuartel general en España.
De hecho la mayor parte de esa financiación irá a parar a las plantas asturianas del grupo, que afrontarán estos próximos años una importante renovación para reducir emisiones. En lo que concierne a Sestao, la ACB tiene asignados de momento 50 millones en inversiones (de un total de 1.000 millones entre los que se encuentran los 450 de Europa) con ese gran objetivo de convertirse en la primera acería del mundo con cero emisiones en todo el proceso productivo.
Pero es que el futuro de Sestao pasa directamente por que todo el proyecto de renovación asturiano llegue a buen puerto y, por ello, las ayudas europeas son cruciales. El elemento central del plan es una planta de reducción directa de hierro mediante hidrógeno verde que estará en Gijón y que abastecerá entre otras a la ACB. Bajo la premisa de que Sestao pueda estar a pleno rendimiento (1,6 millones de toneladas) en 2025 hará falta una cantidad mayor de materia prima que procederá de esa nueva planta asturiana, completándose así en la factoría vizcaína, con horno eléctrico, todo un ciclo sin emisiones.
Una vez Competencia ha concluido su análisis se abre un periodo de dos meses para que la Comisión dé defitivamente luz verde a las ayudas solicitadas por la multinacional para sus plantas en España, que ven ahora su futuro más despejado. El propio Gobierno español, que se ha volcado para dar salida al plan de descarbonización de la siderúrgica, ha valorado muy positivamente este primer veredicto favorable.
Un pedido en febrero
En cuanto al futuro más inmediato, las cosas no pintan bien para la ACB, que continuará al ralentí probablemente todo 2023 como viene ocurriendo en los últimos ejercicios. Una vez Arcelor decidió no ponerla en marcha tras la parada programada del pasado verano por la caída del mercado ya se había anunciado que el inicio de este 2023 iba a mantenerse en el dique seco, aunque ahora se está estudiando la realización de un pedido de bobina ecológica unos días a mediados de febrero. Sería lo que se suele denominar un ciclo corto de producción, en torno a una semana.
Esta posibilidad se ha comunicado esta semana al comité de empresa (la mayor parte de la plantilla, 250 trabajadores, está en ERTE) aunque aun no se ha tomado una decisión definitiva. La compañía aun debe decidir si será Sestao finalmente el destino de ese pedido, de unas 5.000 toneladas, apenas un grano de arena teniendo en cuenta los volúmenes en que se viene manejando la fábrica y su capacidad global de 1,6 millones de toneladas. No se prevé en todo caso que esa reapertura este mes de febrero vaya a tener continuidad a corto plazo, lo que hace que esta posible vuelta al trabajo se acoja con escepticismo desde la parte sindical. La empresa asegura que la situación se revisa constantemente en función de las necesidades del grupo.