Los Galíndez Zubiría ocupan el puesto 89 en el ranking de Forbes de las cien mayores fortunas de España en 2022 con una fortuna de 500 millones de euros. Una riqueza que se asienta en el barrio getxotarra de Neguri, donde se afianzó esta familia numerosa de nueve hijos. El progenitor, Ángel Galíndez Zelayeta, nació en Abadiño en 1918, en la casa Zeletabe, conocida como Palacio Galíndez. Ingeniero de formación, impulsó durante el franquismo la construcción de diversas presas y fue impulsor de Iberduero, precursora de Iberdrola. Fue consejero de Altos Hornos y del Banco de Vizcaya (el actual BBVA), entidad de la que se convertiría en presidente, cargo que ostentaría entre 1975 y 1987.
De entre todos sus descendientes, la cabeza más visible es su primogénito, José María Galíndez, presidente del Círculo de Empresarios Vascos, consejero de Sener y ex presidente de Solarpack. Con anterioridad también fue miembro de los consejos de administración de ITP y de Velatia, miembro de las juntas directivas de ASIF y de UNEF, consejero delegado de Guascor, miembro del comité ejecutivo del Grupo Sulzer, además de cofundador y primer presidente de la Asociación Eólica Española. Ahora compagina su labor empesarial con su cargo como presidente en la Fundación EKI, que suministra energía renovable a escuelas y centros de salud de países en vías de desarrollo.
De Iberduero a Solarpack
Pero sin duda, Solarpack ha sido la joya empresarial que los Galíndez han cuidado con mayor delicadeza. Fue en 2005, cuando José María Galíndez, su sobrino Pablo Burgos Galíndez y su hermano Antonio Galíndez fundaban esta empresa, desarrolladora y generadora de energía solar fotovoltaica.
En 2018 salió a bolsa con un valor de 266 millones de euros y en 2021, tras una OPA del fondo sueco EQT, los Galíndez vendieron por 881 millones, el 51 % de los cuales, 450 millones de euros, fueron para José María Galíndez. De esta cantidad, 175 millones los destinaron para comprar la Torre Bizkaia, en Bilbao, que acogió la antigua sede del BBVA, en una operación realizada al 50 % con los Ybarra Careaga, que también tenían acciones en Solarpack.
Tercer accionista en Nicolás Correa
Con otra parte del dinero, en torno a los 200 millones de euros, prevé engrosar su family office, la sociedad patrimonial que comparte con sus hijos, denominada Beraumberri, que tiene el objetivo puesto en promover negocios, con visos de crecimiento, en sectores como energía, salud, telecomunicaciones, tecnología o biotecnología.
A principios de 2022, José María Galíndez, desembarcaba en Nicolás Correa, principal fabricante de fresadoras industriales, como tercer accionista con un 3,258% del capital por valor de 2,4 millones de euros. Curiosamente, el segundo accionista de esta empresa, después de su presidente, José Ignacio Nicolás-Correa Barragán, es Carmen Ybarra, que posee un 5,361% a través de Onchena, la sociedad que gestiona el patrimonio de la familia Ybarra Careaga, con la que coinciden en diversos negocios.