"No debemos pelearnos por la miseria. Tenemos que ser fuertes y colaborar". Ricardo Barkala, presidente del Puerto de Bilbao, tendía así su mano estos días al resto de dársenas de la cornisa Atlantico-Cantábrico. Como principal puerto de la zona norte, Bilbao asume su rol de líder en la pelea abierta con otras regiones por hacerse con nuevas mercancías en esta etapa de crecimiento y reconfiguración del tráfico marítimo internacional después de la pandemia.
El principal puerto vasco tiene en esa pugna un punto flaco muy importante como es la debilidad de las conexiones ferroviarias. Un asunto también detrás de la iniciativa del lehendakari Iñigo Urkullu de convocar esa reciente cumbre de líderes políticos regionales junto a Galicia, Asturias y Cantabria para ejercer presión y acelerar la alta velocidad con Francia. Pero en sus últimas apariciones públicas Barkala va más allá. El problema no es solo el TAV con Francia, también la conexión con el centro de la península necesita atención urgente.
"Estamos perdiendo punch. Hay riesgo de que el corredor atlántico quede como una zona periférica y eso no puede ser", decía el presidente de la Autoridad Portuaria en una conferencia reciente en Forum Europa, en la que reconocía la preocupación de los mandatarios del puerto por este arrinconamiento de la cornisa cantábrica en comparación con otros ejes como el mediterráneo. Bilbao tiene la obligación, según Barkala, de ser el primer puerto de conexión de mercancías que vienen del Atlántico (norte de Europa y América) hacia el centro de la península y ese papel protagonista está en riesgo.
Lanzado a la batalla por crecer una vez ha asegurado la estabilidad con sus estibadores, con la proyección incluso de una segunda terminal de contenedores, el Puerto de Bilbao no puede permitirse perder posiciones en lo que siempre ha sido 'su casa'. Ahora mismo, a la espera de Francia, de donde se puede sacar más es de las conexiones con otros territorios de la península y para eso el tren, con un peso muy relevante en el Puerto de Bilbao, es esencial.
El papel de la variante sur ferroviaria
La Autoridad Portuaria hace tiempo que viene insistiendo en la variante sur ferroviaria, y según avanzó Barkala parece que este año podría haber movimiento en un nodo clave como son los túneles del monte Serantes. También solicita poder gestionar directamente infraestructuras de Adif en el enclave portuario para ganar agilidad y dar mejor respuesta a los movimientos necesarios en cada momento. Una cuestión esta última sujeta a negociaciones políticas pero que está ya en la agenda de Lakua.
Se redobla así la presión para poder contar con un mejor punto de partida para atraer nuevos tráficos y ganar atractivo para los operadores. Bilbao es el quinto puerto por volúmenes de mercancías de España, por detrás de Algeciras, Barcelona, Valencia y Cartagena, pero mantiene su superioridad respecto a los otros del norte como Gijón o los vecinos Santander y Pasaia. "Tenemos la obligación de intentar potenciar nuestro eje", lanzaba Barkala a sus colegas del Cantábrico, a los que pide dejar la competencia entre ciudades próximas para hacer frente común ante al bloque mediterráneo. Un discurso que se parece mucho al que encabezaba el lehendakari en esa cumbre para configurar un 'lobby del norte' a nivel político.
Bilbao busca así sacar la máxima rentabilidad a su nueva etapa de paz social alcanzada con el nuevo convenio de la estiba. Un crecimiento del tráfico al que contribuirán los nuevos agentes portuarios vinculados a la eólica como Haizea Wind, pero hace falta algo más. En los próximos meses se conocerá cuál de las grandes navieras internacionales apuesta por esa segunda terminal de contenedores del espigón central llamada a ser el eje de ese crecimiento a largo plazo.