La reforma de las cotizaciones a la Seguridad Social de los autónomos, que se irá aplicando de manera progresiva hasta 2032, se ha olvidado de un modelo de aportaciones particular de Euskadi como es el de los cooperativistas del grupo Mondragón. Esa aplicación extendida en el tiempo hace que la falta de encaje legal no suponga un riesgo real a día de hoy para el modelo de LagunAro, la segunda EPSV de Euskadi en tamaño, pero el gigante cooperativo quiere zanjar dudas desde el principio y lograr que se recoja su sistema específico en la legislación cuanto antes.
Se trata de una modalidad histórica que tiene su origen en la gestación misma de la Seguridad Social durante la segunda mitad de la dictadura, cuando se dejó en un primer momento fuera del sistema de cotización general a los trabajadores por cuenta propia. Unos años más tarde, en 1967, se incluye a los cooperativistas en el régimen de autónomos lo que lleva a la cooperativa Mondragón a apostar por un régimen mixto, es decir, se cotiza una parte a la Seguridad Social pero se mantiene la aportaciones a la bolsa propia.
Es ahí cuando nace formalmente LagunAro EPSV, hoy en día la segunda entidad de previsión social vasca por tamaño solo por detrás de la también guipuzcoana Geroa. LagunAro cuenta con cerca de 30.000 socios en activo más otros 15.000 pasivos, es decir, ya jubilados. Si ya el sistema de EPSV es una realidad propia de Euskadi (podrían traducirse como planes de pensiones ordinarios pero con bonificaciones fiscales particulares) el modelo mixto de Mondragón es una 'rara avis' que ahora pierde encaje en la legislación a raíz de las últimas reformas del sistema de cotizaciones.
Sin pausa pero sin prisa
El motivo es que con la reforma que entra en vigor este año deja de quedar a la libre decisión de cada autónomo cuánto cotizar, es decir, de aquí hasta 2032 la cuota a la Seguridad Social va a ir aumentando y eso deja sin espacio al fondo de Mondragón. Lo cierto es que la cuestión preocupa desde hace tiempo en los cuarteles generales del mayor conglomerado empresarial de Euskadi, toda vez que LagunAro EPSV juega un papel relevante en la cobertura social a los cooperativistas no solo de cara a su retiro, también en caso de contingencias o incluso problemas de viabilidad en sus empresas como ocurrió con la quiebra de Fagor Electrodomésticos.
Se está trabajando en ese sentido con la mayoría de partidos vascos para forzar a que este sistema mixto encuentre encaje legal a través del Gobierno central de cara solventar este contratiempo y, en principio, no parece que vaya a haber oposición por parte de Madrid para que LagunAro sea viable a largo plazo. Desde la propia EPSV se trabaja sin prisa, no hay un riesgo real de desaparición en los próximos años, pero sí hay deseo de que la cuestión no se deje para los últimos años de aplicación de la reforma y, si es posible, sea ya el Ejecutivo de Pedro Sánchez el que regule el sistema mixto.
Carlos Maza asume la dirección
La EPSV de Mondragón acaba de celebrar su asamblea en la que el cambio de legislación ha sido uno de los puntos relevantes del día. Además, se ha anunciado el relevo en la dirección de la EPSV por la inminente jubilación de Luis Mari Ugarte tras 13 años al frente de la entidad, a quien sustituirá a partir de agosto Carlos Maza, actual secretario general.
Maza será pues el encargado de pilotar la nueva etapa con el primer objetivo de lograr esa fórmula legal que, en principio, puede llegar por dos vías. Una sería la ronda de enmiendas abierta ahora a la reforma de pensiones, avalada en el Congreso por PNV mientras que EH Bildu se abstuvo. Los nacionalistas reconocían que, pese a su apoyo, estaban desencantados con el hecho de que no se hubieran recogido las particularidades vascas y su entorno cooperativo como es el caso de la EPSV LagunAro.
Otra posibilidad es colar el régimen particular de esta EPSV en la Ley de Economía Social, un ámbito también acorde con la realidad particular del sistema cooperativo.