Fue en noviembre de 2021 cuando la plantilla de Ibermática inició las negociaciones para pactar una subida salarial en el marco del proceso de renovación de su convenio. Un año después, los trabajadores de sus trece oficinas -cuatro de ellas en Euskadi (Donostia-San Sebastián, Elgoibar, Zamudio y Vitoria-Gasteiz)- secundaban tres jornadas de huelga para mostrar su descontento con la dirección, cerrada a garantizar mejoras salariales tras dieciséis reuniones con el comité y sindicatos.
Han hecho falta diez encuentros más con la nueva dirección desde que la tecnológica de origen donostiarra fue absorbida por Ayesa en agosto de 2022, momento en el que salieron de su accionariado KutxaBank y ProA Capital. El director de la compañía andaluza, José Luis Manzanares, tomó las riendas de Ibermática en un momento convulso, tras la dimisión de Juan Ignacio Sanz como CEO, y con la negociación del nuevo convenio como caballo de batalla.
Ahora, tras su última reunión, los comités de Ibermática y Ayesa han logrado acercar posturas con el objetivo de mantener las condiciones laborales de sus trabajadores -4.229 personas en Ibermática S.A. y 4.704 en el Grupo Ibermática-. De esta forma, garantizan, al menos hasta el 31 de diciembre de 2027, los niveles suscritos en el convenio propio de Ibermática, que son superiores a los del convenio estatal de las TIC (Tecnologías de la Información) al que están adscritos los trabajadores de Ayesa del resto del Estado.
Una subida salarial progresiva desde el 1,5 hasta el 4 %
Tras desconvocar las huelgas previstas para principios de año con la esperanza de que la nueva dirección les tendiese la mano, el comité de Ibermática rechazaba una primera oferta que aunque sí tomaba en consideración la evolución del PIB nacional y del IPC subyacente, se traducía en subidas salariales del 1,75 % para los dos próximos años, lo que fue calificado como insuficiente por parte de los sindicatos.
El convenio para 2022-2027 ha sido aprobado por la mayor parte de los trabajadores -con el voto favorable de los centros de Madrid, Barcelona, Donostia-San Sebastián, Vitoria-Gasteiz y en el conjunto de centros sin comité (Elgoibar, Pamplona, Valencia, Sevilla, Mérida, Zaragoza, Langreo), pero con el voto negativo por parte del centro de Bilbao, donde se concentran más de novecientos empleados.
Dicho convenio contempla una paga lineal no consolidable equivalente al 1,5 % de la masa salarial en 2022. Para el presente año, el incremento salarial será del 4 % para las personas que cobran menos de 27.000 euros anuales y del 3,2 % para el resto. En 2024, se aumentará un 1,5 % adicional, además de un porcentaje a definir en función de los beneficios previstos por parte de la compañía. Y con respecto a los incrementos relativos a 2026 y 2027 se negociarán a lo largo de 2025.