La reforma laboral hunde la temporalidad en Euskadi: 44.000 eventuales menos en un año

Cuesta imaginarse un panorama laboral sin trabajadores eventuales, pero lo cierto es que este tipo de contratación ha perdido mucha presencia en Euskadi. La última reforma laboral es un factor clave aunque no el único ya que sin la buena marcha general de la economía esta dinámica de consolidación de plantillas sería imposible para las empresas. Lectura aparte merecen las administraciones públicas, en las que la temporalidad sigue en niveles desorbitados en relación a la media.

Ese dato global es ahora en Euskadi inferior al 20%, aunque varía en función del sistema de contabilidad. La última radiografía de afiliación a la Seguridad Social, que muestra al milímetro las personas que estaban trabajando con contrato en el último mes, deja una tasa de temporalidad del 17,3% en el régimen general, es decir, básicamente retirando de la ecuación a los autónomos.

La cifra es seis puntos más baja que en abril de 2022 si se realiza el mismo cálculo y por tanto puede decirse que en el tiempo que lleva en vigor la última reforma del Gobierno de Sánchez la temporalidad ha caído a plomo. En Euskadi hay ahora trabajando con contrato temporal 138.000 personas frente a las casi 182.000 de hace un año, casi 44.000 menos, a pesar de que el mercado laboral vasco bate récords de empleo y está a punto de rebasar la barrera del millón de ocupados.

Es una evolución inédita en comparativas anuales previas y, aunque encierra matices y debe también parte a la buena dinámica de muchas empresas y sobre todo a la recuperación de industrias tractoras tras la pandemia, puede decirse que la reforma de Yolanda Díaz cumple su gran objetivo.

No hay de hecho tasas tan bajas en la serie histórica del INE que arranca en 2002. Aunque sigue otra metodología, la estadística confirma que los niveles actuales son los más bajos en al menos dos décadas. Habría que retroceder al momento más critico a nivel laboral tras la crisis de 2008, en el periodo 2012-2013, para dar con tasas de eventualidad que se aproximan a la cifra actual. Antes, en la década de 2000, Euskadi manejó tasas muy altas, algunos años superiores al 30%, pero con la crisis sobre todo de la construcción llegó la oleada de despidos de eventuales y con ellos la bajada de la media hasta el entorno del 20%, más parecido al de ahora.

Trabajadoras del comercio en una movilización por el convenio provincial. EFE/Miguel Toña

Brecha de género

En cuanto al crecimiento del empleo indefinido, los fijos discontinuos, considerados en su momento una 'trampa' del Gobierno central para suavizar la temporalidad, registran un avance importante, unos 11.000 más, pero ni mucho menos explican por sí solos el cambio de tendencia. Los trabajadores vascos indefinidos con jornada completa crecen en un año en casi 34.000 y los fijos a jornada parcial, en 15.000.

Si se hace una distinción del empleo por género, las mujeres mantienen eso sí importantes diferencias, sobre todo porque concentran muchos más contratos temporales a tiempo parcial. El empleo femenino es el que tiene la mayor parte de los puestos de trabajo temporales, casi el 60%, pero es que además las mujeres firman muchos menos contratos indefinidos a tiempo completo: en abril había 165.000 mujeres con esta relación contractual frente a 278.000 hombres.

Por otro lado hay que remarcar que ese volumen del 17% de temporalidad hace referencia a sector público y privado, es decir, teniendo en cuenta que la administración presenta niveles muy superiores lo cierto es que en la empresa privada el dato real es incluso más corto. Según datos del INE, a cierre de marzo había en Euskadi más de 75.000 trabajadores del sector público con una relación laboral temporal, casi el 47% del total de la administración y más de la mitad de todos los eventuales vascos.