Los sindicatos miden fuerzas en la estiba de Bilbao tras el hito del último convenio

Llegó la paz, con matices, al Puerto de Bilbao. La firma del convenio tras años convulsos abre ahora una etapa de estabilidad que se iniciará además con un renovado comité de empresa. Los sindicatos de Bilboestiba miden sus fuerzas en las urnas el próximo día 30 en una votación que estará condicionada por el papel de cada central en los momentos más difíciles para las empresas que operan en el puerto, que llegaron a solicitar el concurso de acreedores.

De los 13 miembros que componen el comité casi la mitad, media docena, son de Coordinadora, líder indiscutible en los puertos españoles. Tres asientos dispone UGT de Euskadi, que como segunda fuerza y por tanto 'bisagra' tuvo un papel determinante en la rúbrica del acuerdo para renovar el convenio. UGT puso el sello eso sí a un acuerdo cocinado meses atrás por la central mayoritaria con la implicación directa en Bilbao de su máximo responsable a nivel estatal, el canario Antolín Goya. Los otros cuatro asientos restantes se los reparten ELA (dos), LAB y Kaia.

Estiba en el Puerto de Bilbao /EP

'Mojarse' en el convenio

El resultado de estas próximas elecciones dará o quitará, casi con seguridad, en función de los posicionamientos de cada central respecto al acuerdo para el convenio, que se saldó con una importante quita salarial en las nóminas. Servirán los comicios asimismo para medir la propia valoración de los 300 estibadores del Puerto de Bilbao de esa resolución del conflicto, que al final pasó por asumir importantes sacrificios económicos a cambio de asegurar el futuro de los puestos de trabajo en los muelles vizcaínos.

Lógicamente cada sindicato defiende su papel en aquel pasado verano tan delicado en el puerto, con dos bloques bien diferenciados: mientras Coordinadora y UGT defienden el acuerdo como única salida para evitar la quiebra de la sociedad que gestiona la estiba, y así lo han hecho públicamente, ELA y LAB consideran que los ajustes salariales han sido excesivos y no están justificados.

Por otro lado está la batalla judicial de los estibadores eventuales, molestos en su mayoría con el papel de los sindicatos del puerto y a los que la solución que recoge el convenio no satisface. Aunque solo vota la plantilla fija de Bilboestiba, esta arista del conflicto aun por pulir y que puede tener importantes consecuencias económicas para las empresas está también sobre la mesa.