Los proyectos renovables atraviesan procesos de maduración en los despachos tan largos que es normal que algunos se queden en el camino. Son años desde que una empresa manifiesta públicamente su intención de colocar placas solares o aerogeneradores hasta que se pone el primer 'ladrillo' y Euskadi, en pleno boom de anuncios, encara ahora esa fase de separar la paja del trigo y constatar cuáles de esos proyectos son viables.
Da marcha atrás por ejemplo Euskal Haizie, filial de Fisterra Energy, a su parque eólico en el entorno de Zalla, Las Llanas, por falta de infraestructura para poder dar salida a la energía generada por los molinos. En concreto, explica la compañía de Pedro Barriuso que la subestación eléctrica con la que estaba previsto trabajar no tiene capacidad suficiente.
Y la cancelación del proyecto eólico, uno de los dos que manejaba Euskal Haizie en Bizkaia, ha sido celebrada además por las instituciones locales. Los tres ayuntamientos (Zalla, Güeñes y Gordexola) habían mostrado ya su rechazo a los aerogeneradores y respiran aliviados.
Queda la duda ahora de qué ocurrirá con el otro parque vizcaíno que proyecta Euskal Haizie, el de Artzentales, que tampoco gusta a los municipios (Artzentales, Sopuerta, Muskiz y Galdames) y que cuenta con un informe desfavorable de la propia Diputación de Bizkaia. Este medio ha intentado ponerse en contacto con Fisterra Energy para conocer sus intenciones respecto a este segundo parque sin obtener respuesta.
Bizkaia, muy rezagada
Queda así sobre la mesa por ahora un único proyecto de eólica onshore íntegramente vizcaíno que está, además, muy cuestionado a nivel institucional. Cabe recordar que el Gobierno central paralizó a comienzos de año la instalación de una docena larga de aerogeneradores en Cantabria prácticamente pegados a las Encartaciones.
Así, uno solo de los catorce parques onshore en cartera ahora mismo en Euskadi estaría completamente en Bizkaia, frente a los cinco en Álava y otros tantos en Gipuzkoa, a los que habría que sumar otros tres que combinan dos o incluso las tres provincias de Euskadi.
En referencia a Bizkaia habría que señalar el proyecto compartido con Álava impulsado por Capital Energy, el de Larragorri, e Itsaraz, de Statkraft, proyectado justo en la muga entre los tres territorios. A partir de ahí no hay más molinos previstos en la provincia vizcaína o no al menos en tierra firme ya que en el apartado offshore corresponde a las aguas de la costa vizcaína, en concreto frente a Plentzia y Armintza, el parque flotante Geroa en el que trabaja Saitec.
Bien es cierto que ambas tecnologías, la eólica terrestre y la marina, viven momentos de expansión y ni mucho menos está cerrado el cupo de futuros complejos. El propio director del Ente Vasco de la Energía (EVE), Iñigo Ansola, remarcaba recientemente en Crónica Vasca que el número actual de parques eólicos en marcha a nivel administrativo se queda corto y se respaldará a los inversores que planteen nuevas iniciativas. Bizkaia cuenta ahora con dos de los cuatro parques eólicos operativos en el País Vasco, el del Puerto de Bilbao y el del monte Oiz.
Cordilleras clave
Y todo ello mientras el territorio vizcaíno presenta, tal y como señala el nuevo Plan Territorial Sectorial (PTS) de renovables aprobado por el Gobierno vasco, la mayoría de las cordilleras idóneas para instalar parques eólicos. Se trata de una serie de emplazamientos en los que la velocidad media umbral del viento supera un nivel determinado a 100 metros de altura y por ello los mejores para instalar aerogeneradores.
Así, entre estas zonas recogidas en el PTS aparecen algunas ubicadas en territorio vizcaíno como son: Kolitza-Garbea, Parda-Argalario y Ganekogorta, en la margen izquierda de Bilbao y Encartaciones; así como otras dos con ejes en Jata-Sollube, entre Mungia y Bermeo, y Galarregi, en la zona de Gernika.
Las otras son Mandoegi, en Gipuzkoa pegando a Navarra y que ya venía recogida, como el Ganekogorta, en el viejo plan sectorial de energía eólica de 2002, y las alavesas de Arlaban, Labraza y Azazeta. Además el departamento de Arantxa Tapia recoge otra serie de zonas que también podrían alojar aerogeneradores para dar cabida a los proyectos en marcha que no se corresponden con estas zonas de máxima preferencia. Se destaca además el área funcional de Laguardia como punto clave de gran potencial.
Álava, a la cabeza
A la espera del impacto que puede tener el nuevo PTS y si, por ejemplo, promotoras como Iberdrola deciden rescatar proyectos paralizados en su día como el del Ganekogorta, el mundo de las renovables en Euskadi tiene un claro acento alavés. Primero por la mayor capacidad de este territorio para generar energía fotovoltaica y, en relación a la eólica, Álava está aglutinando por su orografía favorable los parques de mayor tamaño. De hecho mayor parte de instalaciones que planea Capital Energy en Gipuzkoa tienen un alcance limitado, mientras que sí cuenta con una potencia más relevante Piaspe, de Statkraft.
Así, los parques más avanzados a nivel burocrático y por tanto los primeros que verán la luz dentro de esta oleada de proyectos renovables son alaveses. Se trata de Azazeta y, sobre todo, Labraza, promocionados por Iberdrola junto al Gobierno vasco (Aixeindar). El segundo podría estar ya operativo a finales de 2024. Además Álava tiene en cartera la instalación combinada con fotovoltaica de Laminoria, también de Aixeindar, y las eólicas de Kastillo (Capital Energy) y Cantoblanco, el otro parque de Euskal Haizie, de casi 50 MW y que acaba de entrar en fase de información pública.