La eólica es uno de los pilares de la estrategia energética 2030 del Gobierno vasco y así se recoge en el Plan Territorial Sectorial (PTS) de renovables aprobado esta semana por la consejera Arantxa Tapia. El gran objetivo son esos 783 MW de potencia mediante aerogeneradores para dentro de siete años (la capacidad actual apenas supera los 150 MW) gracias al impulso de los nuevos proyectos, algunos ya en tramitación. Pero se añade que los actuales parques operativos pueden jugar un papel también en ese tirón con inversiones tecnológicas en sus molinos para que aumenten sus prestaciones.

Estos se cuentan a día de hoy con los dedos de una mano: Elgea-Urkilla, monte Oiz, Badaia y Puerto de Bilbao. Este último, el más modesto en cuanto a potencia, fue el último en arrancar hace ya 17 años y, por sus limitaciones, no entraría en la ecuación de la repotenciación. Los otros tres, todos ellos con la bandera de Iberdrola (Eólicas de Euskadi en su momento), presentan posibilidades tecnológicas dispares según los estudios del Gobierno vasco con un claro ganador: el alavés Badaia podría más que duplicar su capacidad cambiando sus aerogeneradores.

Y no es una cuestión solo de números. Hace años que Euskadi presenta ciertas urgencias a nivel de renovables, con un nivel de producción de energía verde propia inferior a otros territorios, con un buen número de proyectos tanto eólicos como fotovoltaicos en cartera pero aun por confirmar. De momento son los futuros parques eólicos de Labraza y Azazeta los que más avanzados tienen los trámites y, si todo va bien, el primero de ellos podría arrancar a finales de 2024. Y todo ello en un contexto en el que, aunque el paso de los años ha podido modificar algunas opiniones incluso posiciones políticas, persiste cierto rechazo social a colocar aerogeneradores en el monte.

Toda ayuda en ese esfuerzo por engordar el volumen de megavatios con origen eólico va a ser bienvenida. ¿Cuánto se pueden exprimir los aerogeneradores ya operativos? Pues según los estudios técnicos se podría ganar un 62% de media respecto a la capacidad actual, es decir, se puede llegar a 232 MW solo por esta vía. Teniendo en cuenta que de los 783 MW unos 50 aproximadamente se reservan a la generación offshore (en proyecto está el parque marino de Saitec para la costa de Plentzia y Armintza), la repotenciación de los actuales partes permitiría cubrir prácticamente un tercio de todo el trayecto pendiente de la eólica terrestre.

Parque eólico de Badaia / Wikimedia Commons

Ejemplos en Galicia o Canarias

Y el propio documento señala que ya hay espejos en los que mirarse para tener éxito en esta operación. Figuran en el PTS diversos ejemplos de parques que han sido repotenciados, caso de Cabo Vilano, en Galicia, en el que se cambiaron 22 máquinas en 2016, o Malpica, en esta misma comunidad autónoma. También se recogen otros dos ejemplos de repotenciación en parques canarios.

Esta posibilidad de instalar maquinaria más eficiente, remarca el PTS, remaría en favor de la sostenibilidad y permitiría actualizar unos parques que acumulan dos décadas en funcionamiento. De hecho, el parque de Elgea, el primero en arrancar, ha alcanzado el límite de su vida útil.

Pese a sus beneficios a todos los niveles, la repotenciación "presenta dificultades debido a la falta de incentivos y al no haber procedimientos administrativos claros", señala el informe. La repotenciación de un parque eólico estaría sujeta a las mismas condiciones que un parque eólico en un emplazamiento donde no haya aerogeneradores previos, se indica.

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