Euskadi mira a Japón, “país que ha sabido mezclar tecnología y tradición para responder a los grandes retos del futuro en la industria alimentaria”, tal y como señala Rogelio Pozo, director del centro tecnológico Azti. Durante la feria internacional ‘Food 4 Future - Bilbao Foodtech World Summit’, que ha celebrado su tercera edición entre el 16 y el 18 de mayo en el BEC, ambos territorios han estrechado lazos y han mostrado su interés en colaborar juntos.
Una delegación formada por casi setenta compañías japonesas, junto con el Ministerio de Pesca, Agricultura y Alimentación del país nipón, han presentado algunos de sus proyectos y avances en materia de alimentación, entre los expositores de primer nivel que han participado en la cita, que ha contado también con un programa de ponencias protagonizadas por 400 especialistas de todo el mundo.
-Nos encontramos en el marco de la feria internacional ‘Food 4 Future’ (Bilbao Foodtech World Summit), celebrada en el BEC entre el 16 y el 18 de mayo. Termina hoy, ¿cuáles son las principales conclusiones que se han podido descubrir en esta cita?
-Pusimos este evento en marcha para que, durante unos días, fuésemos un punto de referencia a nivel global y el mundo pusiera los ojos en Euskadi en todo lo que tiene que ver con el sector de la alimentación y sobre todo ante los grandes retos de futuro.
-¿Cuáles son los principales retos del sector alimentario?
-Los principales retos están relacionados con el gran crecimiento demográfico, por el que dentro de cincuenta años, cuando se espera que haya más de diez mil millones de personas en el mundo, tendremos que alimentarlas de una manera sostenible, responsable y nutritiva.
-¿Y eso cómo se puede lograr?
-Eso conlleva la necesidad de producir un 70% de alimentos más en un momento en el que ya estamos presenciando el cambio climático o la falta de agua, no porque no haya sino porque su distribución en el planeta cambia y no nos podemos permitir destruir las pocas selvas y espacios naturales que quedan para generar tierras fértiles para producir alimentos, pues no podemos quitar la soberanía alimentaria a las generaciones futuras. Lógicamente la ciencia tiene que aportar soluciones, es necesario innovar.
-¿Y quiénes son referentes en estos momentos en materia de innovación alimentaria?
-Si uno mira a Japón hoy en día es como mirar al planeta Tierra dentro de treinta años. El país nipón es una isla y no puede crecer. Y además cuenta con una población masiva y envejecida si tenemos en cuenta su concentración de personas por kilómetro cuadrado. En Tokio, por ejemplo, hay casi 14 millones de personas y un 30% ya tiene más de 65 años. Sin embargo, a través de la innovación, y al mismo tiempo basándose en los valores tradicionales de su propia cultura gastronómica, han desarrollado nuevas tecnologías disruptivas que pueden ayudar a adaptarse a lo que está demandando esa población, cambiante en hábitos y necesidades.
El posicionamiento del sector Alimentario de Euskadi
-¿Cuál es el posicionamiento de la industria alimentaria de Euskadi en el mundo?
-Somos un país pequeño dentro de un mundo muy grande. Euskadi es una comunidad más industrial, pero sí es cierto que el sector alimentario en Euskadi es el tercero en generación de valor añadido con más de cien mil empleos. Supone un 10,7% del PIB, así que no es cualquier sector. Además es un sector estratégico, porque tenemos dependencia de energía, pero también tenemos dependencia de alimentos.
-¿En qué somos líderes?
-Hay empresas vascas líderes que se caracterizan por la tecnología y la innovación… Siempre se pone el ejemplo de Angulas Aguinaga, pero también hay otras empresas líderes mundiales en otros sectores, como en el sector atunero. Hay que destacar que capturamos el 10% de todos los atunes que se pescan en el mundo. Es decir, dominamos la décima parte de una materia prima, lo cual es muchísimo.
-¿Y quiénes son los principales referentes en el área del Foodtech?
-A nivel estatal, Cataluña, Navarra, Andalucía y por supuesto Murcia son comunidades autónomas con gran presencia del sector de la alimentación.
-Desde Azti están comprometidos con cinco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por Naciones Unidas. En concreto, en la lucha por la acción por el clima, la preservación del medio marino, la salud y el bienestar, la producción y el consumo responsables y el hambre cero. Partiendo de esa base, ¿en qué proyectos están trabajando ahora?
-Hay muchos proyectos en los que estamos inmersos, pero sobre todo estamos intentando ayudar al sector a ser más sostenible. Llevamos años tratando de introducir tecnologías digitales en el sector de la pesca para ayudarles a localizar los bancos de pesca, no para que pesquen más, sino para ayudarles a ser más eficientes y que consuman menos gases de efecto invernadero y además tengan más comodidad en la mar al hacer menos horas de trabajo.
Otra de nuestras líneas de trabajo se centra en investigar las soluciones que sean más saludables para garantizar dietas personalizadas. También estamos trabajando en reducir todo lo que se desperdicia en una conserva, ya que lo que va a una lata es como mucho el 40%, porque el resto se queda por el camino. El objetivo es recuperarlo y para ello tenemos muchos proyectos de economía circular.
-¿Quizás el hambre cero sea el objetivo más complicado de cumplir?
-Sí, nosotros no podemos, lógicamente, solucionar el hambre en el mundo, ojalá. Pero sí que es cierto que el objetivo hambre cero implica varios ejes de actuación, como mejorar las tecnologías de conservación para que los alimentos puedan tener una mayor vida, o desarrollar nuevas tecnologías para que las empresas no produzcan tanto desperdicio alimentario.
Una de ellas se basa en buscar nuevas fuentes de proteínas aprovechando los subproductos, valorizando los residuos derivados de la producción alimentaria o cultivar hongos que permitan introducir nuevos productos en la cadena alimentaria. Por ejemplo, desde Azti hemos habilitado un residuo que se genera en la producción de cerveza, el bagazo, para que sirva de alimento para peces. Por otro lado estamos colaborando con startups que están desarrollando proteínas a partir de insectos para alimentar animales.