Horas claves en Michelin. Los trabajadores del fabricante de neumáticos están decidiendo con sus votos si aceptan o no la propuesta de la dirección para un nuevo convenio colectivo. Este referéndum está marcado, entre otras cosas, por la división sindical. Y en la principal planta del grupo, la de Vitoria, hay un ambiente más proclive al "no" a la oferta de la empresa, según transmiten fuentes de la plantilla consultadas por este diario, si bien el resultado no se conocerá hasta este mediodía, en torno a las 13 horas.
Lo más relevante en todo caso no es el número de votos a favor y en contra en Vitoria, ya que junto a los trabajadores de la planta alavesa, unos 3.500, votan también los de Aranda de Duero, en Burgos, y los de Valladolid, que juntos suman una cifra muy similar. No están bajo el paraguas de las decisiones del comité intercentros los trabajadores de Lasarte, cerca de medio millar.
Dicho de otra manera: la decisión de los trabajadores de la compañía en Vitoria va a tener mucho peso en el recorrido que vaya a tener la última oferta de la multinacional francesa, pero no va a decidir. La dirección en que voten Burgos y Valladolid y sobre todo si estas dos plantas presentan un alto número de papeletas a favor del sí, puede hacer que la negativa de Vitoria al convenio quede en nada.
No se sostendría en caso de que a nivel de todo el grupo la plantilla votara que sí al convenio la prolongación del conflicto por parte del bloque minoritario que encabezan ELA y LAB, el primero en apostar por la huelga, únicamente en la factoría vitoriana. Y eso no solo por una cuestión de cálculo sindical, también porque al convocar una huelga se exige desde el punto de vista legal la exposición de un motivo sólido como puede ser la disconformidad con el convenio, algo que en este caso sería imposible al existir una mayoría sindical dispuesta a firmarlo.
Hay que recordar que ya ocurrió el pasado verano en la otra gran fábrica de Vitoria, Mercedes, que la plantilla optó por el sí al convenio por un estrecho margen. La campaña de ELA y LAB por el 'no al acuerdo' no impidió la firma del mismo pero sí permitió a las centrales nacionalistas ganar terreno en las siguientes elecciones sindicales.