Nuevos actores entran a la carrera por desarrollar nuevos parques eólicos en Euskadi, una auténtica maratón que va dejando, también, proyectos fallidos en la cuneta. Varios de estos últimos estaban encuadrados en la comarca de Encartaciones, en Bizkaia, que alumbra ahora, tras la marcha de Fisterra Energy, un nuevo complejo de la mano de Blue Viking, sucursal en España de la danesa European Energy.
La compañía nórdica ha dado el pistoletazo de salida a los largos trámites para poder instalar once aerogeneradores en dos parques (ninguno de ellos supera los 50 MW) que irán desde Balmaseda, en la zona más occidental de Bizkaia, hasta Basauri, pegando a Bilbao. Teniendo en cuenta que anteriores proyectos eólicos en esta zona han terminado en vía muerta, el último, el de Fisterra Energy, por no poder contar con la infraestructura de evacuación suficiente, hay que mantener todas las reservas a la hora de valorar las opciones de que los molinos acaben finalmente enclavados en estos montes vizcaínos.
Pero lo que sí denota el movimiento de la firma danesa es el interés que despierta Euskadi, una tierra 'virgen' en cuanto a proyectos renovables, o al menos mucho menos explotada en este sentido que otras zonas vecinas, entre las empresas del norte de Europa dedicadas al negocio de la energía verde. Hay que recordar la enorme expectación que generó la noruega Statkraft cuando anunció su desembarco en varios municipios de Gipuzkoa.
Al contrario de lo que suele ocurrir en estos casos, la compañía pública con sede en Oslo ha conseguido caer de pie a nivel social en su llegada a Euskadi, de hecho sus proyectos para Azpeitia, Errezil y Zestoa han servido de bisagra en el posicionamiento público de EH Bildu, que ha reconocido públicamente las bondades del modelo de la firma noruega, según la coalición abertzale más participativo y conectado con empresas locales que el de otras grandes energéticas.
Mendiko Haizie, con raíces belgas
Mientras Piaspe e Itsaraz, los dos parques que proyecta Statkraft en Gipuzkoa, siguen su recorrido burocrático, van apareciendo nuevos competidores dispuestos a sacar partido a este acelerón a las renovables que apadrinan las instituciones, principalmente el Gobierno vasco con la consejera Arantxa Tapia a la cabeza. Algunos de ellos son agentes también con lazos en países del norte de Europa, caso de Blue Viking o de la firma recientemente instalada en Bilbao Mendiko Haizie, de la catalana Erasp Spain que, a su vez, pertenece al grupo belga Aspiravi.
Esta última es una compañía con más de 20 años de experiencia en el desarrollo de parques eólicos, principalmente en Bélgica y Mar del Norte aunque también en otros países europeos, cuyo accionariado pertenece a un centenar de municipios belgas.
Más allá de la eólica el capital nórdico ha dado un impulso clave también al negocio fotovoltaico, sin ir más lejos con la compra de Solarpack, de la familia Galíndez, por parte del fondo sueco EQT. La compañía con sede en Getxo, que acaba de nombrar consejero delegado a Leo Moreno, ha dado un salto en su expansión internacional de la mano del nuevo socio de Estocolmo.