Bodegas Familiares de Rioja: "Hay una gran masa de vino que no debiera estar bajo esta denominación"

Juan Carlos Sancha, vicepresidente de la asociación Bodegas Familiares de Rioja y portavoz en el Consejo Regulador de la misma, es muy crítico con la gestión de la Denominación de Origen Calificada Rioja que está llevando a cabo el Consejo Regulador, así como la Organización Interprofesional del Vino de Rioja (OIPVR). Propietario de Bodegas Juan Carlos Sancha, su producción en la localidad riojana de Baños de Río Tobía es muestra de su pasión por el vino y por elaborar los mejores caldos, aunando saberhacer, tradición y artesanía.

La salida en bloque de las 216 pequeñas y medianas empresas bodegueras que forman parte de la asociación Bodegas Familiares de Rioja hace ver la botella de Rioja medio vacía tras la reciente escisión de un puñado de bodegas de Rioja Alavesa para conformar su propia denominación de origen, Viñedos de Álava. Desde Bodegas Familiares de Rioja, no obstante, aseguran que ellos no quieren agruparse bajo ninguna otra marca, sino que reafirman su compromiso con la DOCa Rioja y siguen apostando por la calidad de la misma, por lo que prefieren mantenerse al margen de las decisiones que puedan tomarse desde las mesas sectoriales y que puedan menoscabar el prestigio ganado a lo largo de la historia gracias al esfuerzo realizado por mantener la viticultura tradicional en el territorio.

-Desde Bodegas Familiares de Rioja han anunciado su deseo de abandonar el Consejo de la DOCa Rioja, ¿se trata de una decisión firme e irrevocable o aún existe una vía de reconciliación entre ambas partes? 

-La decisión ha sido aprobada en las asambleas de la Asociación por unanimidad y nuestra salida de la Mesa del Consejo es firme y se han enviado cartas informando tanto al Consejo Regulador, como a los cuatro organismos de los que dependemos: Ministerio de Agricultura, Gobierno vasco, Gobierno de La Rioja y la Comunidad Foral de Navarra. 

-¿Seguirán, no obstante, dentro de la DOCa Rioja? 

-Nos vamos del Consejo, pero no nos vamos de la denominación. Lo único que quiere decir es que nosotros no vamos a participar en las mesas de representación. 

Una decisión anunciada hace dos años

-¿Cuáles han sido los motivos que les han llevado a tomar esta decisión? 

-La causa principal es dónde ha llegado Rioja.  Yo llevo 25 años de vocal en el Consejo Regulador y soy uno de los más activos allí y lo que hemos visto es una deriva de Rioja con la que nosotros no nos sentimos identificados. Se ha avanzado por el buen camino, como es el caso de una mayor producción de las variedades autóctonas minoritarias en 2008 y 2009. También en 2017 con la aprobación de los vinos de viñedos singulares de la zona, pero la mayoría del desarrollo de la denominación de origen ha ido por la línea de promover una viticultura estándar. La lógica estándar donde se ha favorecido el cambio de viñedos viejos a viñedos plantados más modernos con clones de variedades mucho más productivas en suelos en muchos casos donde nunca se debieran haber plantado. 

Y esa deriva ha hecho que las bodegas tradicionales hayan sido anuladas. Nosotros queremos desarrollar la viticultura de calidad y la enología de calidad para que Rioja gane imagen, gane prestigio y no como ahora, que nos hemos convertido en el low cost de los vinos, donde mayoritariamente Rioja se vende en los supermercados con precios desgraciadamente muy baratos. Esa es la principal causa de que hayamos llegado a la situación actual, a pesar de que se diga que ha habido unas situaciones anómalas, lo cual es verdad, como el COVID o la guerra de Ucrania, pero no es menos cierto que este problema se veía venir. Rioja ha crecido desde 1980, en los últimos 43 años, en 28 hectáreas más, lo que supone un XX % más. 

Juan Carlos Sancha, vicepresidente de la asociación Bodegas Familiares de Rioja, reclama mayor representación en las mesas sectoriales de las pequeñas y medianas bodegas.

El resto de las zonas de otros países, como Burdeos o Borgoña, que eran competidores nuestros, no han crecido o apenas han crecido. Y nosotros queremos una gran denominación de origen y no una denominación de origen grande, que son cosas muy distintas, y no estamos cómodos en este modelo. Queremos que esto cambie. 

-¿Son conscientes del daño que esto puede causar tanto al Consejo Regulador como a su asociación y, por ende, al vino de Rioja?

-Es malo para nosotros y también es malo para el Consejo Regulador que se vayan 216 bodegas, pues somos la asociación, en cuanto a número de bodegas, más grande del Consejo. Pero preferimos inmolarnos para que cambie la denominación de origen. Yo creo que el que nosotros nos vayamos va a ser bueno para la denominación de origen, porque esto agita el árbol y probablemente Rioja modifique su manera de hacer las cosas, o por lo menos eso quisiéramos. 

-Para que pudiesen volver, como comenta, piden realizar diversas modificaciones. ¿Cuáles son sus demandas? 

-Bueno, nosotros si hubiéramos tenido más representación en el Consejo Regulador no se hubiera llegado a esta situación, porque no se hubiera plantado tanto viñedo y las producciones se hubieran mantenido por debajo de las que se han estado produciendo sistemáticamente desde el Consejo Regulador. Lo que pedimos es que si la Interprofesional es realmente un órgano económico, pues que la representación sea económica. 

Le voy a dar un dato objetivo. ‘Cerro la Isa’, viñedo singular que vendo a 45 euros en las tiendas, es un vino que vota en el Consejo Regulador por 2,55 euros. Y por el contrario, vinos que en grandes superficies cuestan 1,60 euros votan en el Consejo Regulador por el mismo precio, 2,55 euros. Entonces, realmente, lo que se asigna a Rioja es un valor ficticio de comercialización, de manera que el que vende más barato se siente beneficiado frente a los que venden caro. Y eso no puede ser.  

Sancha critica duramente la gestión de la DOCa Rioja en los últimos años.

-Por eso piden mayor representación de las pequeñas y medianas bodegas como las que conforman su asociación.

-Sí. Nosotros lo que pedimos es mayor representación social por el amplio número de bodegas que representamos. Pasar de un 8 a un 16 % en el Consejo, que parece algo lógico para la gran masa de bodegas que nosotros representamos. 

-Seguirían teniendo un porcentaje minoritario en todo caso... 

-Bueno, a ver, puede parecer poco, pero somos sensatos y somos conscientes de que las bodegas grandes también se juegan mucho desde el punto de vista económico, pero lo que no queremos es que esas bodegas voten con nuestros votos, que es lo que está pasando ahora. 

Lo que tiene que ser es un reflejo de la realidad si es una representación económica. Pero nosotros, además, pedimos una representación social. Es decir, nosotros lo que decimos es que es inaudito que una asociación que representa a 216 bodegas, que es la más grande de Rioja, vote por un 8 %, mientras que una asociación como Grupo Rioja, que tiene muchas menos bodegas que nosotros pero que son bodegas grandes, vota con el 79 %, por lo que no se puede tomar ninguna decisión sin ellos. Tiene que haber un equilibrio mayor porque así no podemos avanzar nunca y para estar en estas circunstancias lo que nosotros hemos decidido es irnos del consejo de la denominación. 

-¿Qué ha llevado a que haya un exceso de producción de vino y haya que destinar parte del sobrante a destilados?

-Toda esta situación que he contado es la que nos ha llevado a una situación donde sobran, como mínimo, 150 millones de litros de vino, donde hay una sobresaturación de vino en las bodegas, donde además estamos destilando vino por primera vez en la historia de Rioja... Y los que nos han llevado hasta aquí ahora se ponen de perfil, echándole la culpa a las circunstancias del mercado. 

-Pero esto lo que hace es devaluar la denominación y sus precios. 

-Así es. Y el vino barato no es bueno para Rioja y mucho menos para nuestras bodegas, que son pequeñas y que no pueden vender un crianza a tres euros. 

Juan Carlos Sancha es propietario de una prestigiosa bodega con su nombre en Baños de Río Tobía, en La Rioja.

La escisión de Viñedos de Álava

-La lucha del Consejo Regulador contra Viñedos de Álava también ha causado un torbellino dentro de la DOCa Rioja... 

-Sí, claro que sí, pero también tengo que decir que nosotros defendemos Rioja y creemos que hay que seguir con este modelo, sin destruirlo. Creemos en Rioja. Y creemos que en Rioja se están haciendo los mejores vinos del mundo también, pero hay una gran masa de vino que no debería haber. 

-Pero ustedes entonces, ¿no van a apostar en ningún caso por otra denominación o por conformar una propia?

-No. Nosotros vamos a seguir estando en la DOCa Rioja, sin lugar a dudas. Lo que no vamos es a participar en la mesa del Consejo Regulador, donde se toman las decisiones estratégicas. 

-Las próximas elecciones del Consejo Regulador son dentro de dos años. ¿Ven entonces posibilidad de reincorporarse?

-En las anteriores elecciones, hace dos años, nosotros ya dijimos que en esas condiciones no nos íbamos a presentar y dimos un plazo de dos años al Consejo para que se modificaran los estatutos y la deriva de la Denominación de Origen.

Desgraciadamente, nos han mandado una carta de buenas intenciones casi en el último minuto, a finales de julio, pero sin ningún plan concreto de cambio y ni tan siquiera ha habido una llamada de teléfono para hablar con nosotros.

Mientras nada cambie, nosotros nos mantendremos fuera. En las próximas elecciones, si realmente hay voluntad de cambio del Consejo y se presenta un plan atractivo para nuestras pequeñas y medianas bodegas, pues entonces intentaremos entrar de nuevo en el Consejo, pero si no se modifica la representación fijada en los estatutos, seguiremos fuera.