Digi se convertirá en el segundo operador en Euskadi con la fusión entre MásMóvil y Orange

La fusión entre MásMóvil y Orange está generando gran expectación en un sector altamente competitivo como es el de la telefonía. La operación se encuentra bajo la lupa de Comisión Europea (CE), que está tratando de contener una unión que pudiese desembocar en un oligopolio que pudiese dar paso a una subida de precios para los consumidores. Por ello podría obligar a compartir su red con sus competidores o incluso la venta de parte de sus activos para así garantizar una verdadera competencia en el sector.

Fue en julio de 2022, cuando Orange, el segundo operador móvil más grande de España, anunció su interés en fusionarse con el grupo de raíces gipuzkoanas MásMóvil -del que forman parte Guuk y Euskaltel, en cuarto lugar con sus 9,1 millones de usuarios, que junto con los 17 millones de líneas móviles de Orange alcanzarían juntas los 26 millones de clientes a nivel estatal.

Su fusión, que ha sido valorada en 19.000 millones de euros, se trata del mayor acuerdo presentado ante la Unión Europea desde el rechazo de la comisión en 2016 de la adquisición de la unidad móvil británica O2 de Telefónica por parte de CK Hutchison.

Ahora, en el caso de que el enlace entre ambas operadoras recibiese los parabienes necesarios para llevarse a término, Digi Communications se convertiría en el cuarto operador en España y esto también tendría gran repercusión en Euskadi, donde la firma rumana pasaría a ocupar la segunda posición. Y es que, según sus datos, cerraba el primer semestre del año con un crecimiento interanual de más del 178 % en el número de líneas de móvil y de más del 170 % en sus clientes de fibra en territorio vasco.

Marius Varzaru, consejero delegado de Digi. EuropaPress

Compromiso de mantener sus precios

No obstante, ante este posible escenario de empoderamiento de la compañía, desde Digi han querido dejar claras sus intenciones y evitar especulaciones asegurando que no está en sus planes subir sus tarifas, tanto si se produce o no la operación entre Orange y MásMóvil.

“Creemos que vamos a poder mantener nuestro modelo de negocio, bajo esta estimación de inflación, con el nivel de precios que tenemos para los próximos años”, ha subrayado el consejero delegado de Digi en España, Marius Varzaru. Un modelo de negocio que, advierte, “empieza a demostrar que es rentable y eficiente y se pueden ofrecer productos de calidad a precios muy competitivos”.

3.000 millones de euros en inversiones

Asimismo, la operadora rumana ha anunciado el lanzamiento, en el último trimestre del año, de llamadas 4G a través de la puesta en marcha de su servicio VOLTE -Voice Over Long Term Evolution-, que aplicarán a todos sus clientes de forma gratuita. Una mejora técnica, necesaria para poder acercarse al 5G que ya ofrecen otras compañías, y para lo cual, Digi ha realizado un esfuerzo inversor de un millón de euros.

Esta importante inversión se sumará a los 2.000 millones más que Digi se ha comprometido a destinar a España para ampliar su presencia en el país en los próximos siete años y que, según sus previsiones, podría traducirse en la contratación de 1.500 personas en el caso de resultar beneficiaria de los activos de los que tengan que desprenderse desde Orange y MásMóvil a petición de la CE como requisito para dar luz verde a la fusión entre ambas compañías.

"Tenemos el compromiso de hacer inversiones importantes si resultamos ganadores de los 'remedies' (activos) de la fusión”, ha destacado Varzaru, quien ha asegurado que no se trata de un premio, sino de una responsabilidad para Digi. En ese sentido, destaca el consejero delegado, “lo importante es que parte del espectro de telefonía móvil y las redes, equipos y antenas que MásMóvil tiene alquiladas podrían ser activos relevantes y de interés que serían necesarios para poder mantener el nivel de competencia en el mercado”.

El director de estrategia de clientes y nuevos negocios de Digi, Cosme Primo de Rivera, en Bilbao. EuropaPress

Crecimiento orgánico

Dentro del plan de expansión de Digi, una de sus prioridades es Euskadi, donde cuenta con delegación propia y una plantilla de más de 250 empleados a la que se sumarán nuevas incorporaciones antes de fin de año, avanzan. En estos momentos se encuentran desplegando fibra de alta velocidad en las tres capitales vascas y esperan proseguir con otros municipios.

En lo que respecta al plan estratégico de Digi, al menos a corto plazo, no contempla realizar ningún movimiento de fusión o adquisición de otros operadores ni tampoco de incorporar fondos o nuevos accionistas. "Somos una empresa que crece orgánicamente y nos gusta este modelo”, ha recalcado su con sejero delegado, quien descarta abrir otras líneas de negocio, como la energía, aunque sí explora la posibilidad de desarrollar un servicio de televisión de pago para complementar su oferta con un "producto de calidad y a un precio competitivo".

Las previsiones de la compañía pasan por cerrar el año con una facturación cercana a los 600 millones de euros, lo que supondría un incremento del 20 % con respecto a los 501 millones de 2022; un Ebitda -beneficio bruto de explotación- de 100 millones de euros, un 25 % más que los 80 millones de euros del pasado ejercicio; y alcanzar los 4,5 millones de líneas móviles y 1,25 millones de clientes de banda ancha. Al cierre del primer semestre del año, más de 5,7 millones de clientes en España confiaban ya en la firma rumana, que ofrece servicios móviles a través de un acuerdo MVO con Telefónica desde su entrada en España en 2008.