La saturación de Osakidetza: el 30% de los trabajadores vascos prefiere ir al médico privado

Osakidetza y su máxima responsable, Gotzone Sagardui, continúan en el foco, y estos últimos días más que nunca. La consejera de Salud reconocía esta semana que, ante la saturación del Sistema vasco de Salud, desde octubre de 2022 se había optado por la colaboración con entidades privadas para recuperar los estándares de calidad y los tiempos de espera anteriores a la pandemia en la sanidad pública. Noticia que si bien y ante las últimas polémicas que rodean a este servicio no sorprendía, era criticada por parte de sindicatos, profesionales y oposición política. 

Y es que en los últimos meses las acusaciones por parte de estos sectores han sido continuas, todas ellas señalando a la falta de previsión y de personal como causa principal. Ausencia de profesionales que según el ejecutivo se está intentado subsanar a través de diferentes Ofertas Públicas de Empleo, pero que está provocando estragos que han hecho que, según el último informe sobre "La atención especializada en las comunidades autónomas", elaborado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad, la mayoría de los vascos ‘suspendan’ a Osakidetza. 

Ante la saturación del sistema y las largas listas de espera y tiempos para ser atendido por un profesional sanitario, y según el Informe de Salud Laboral en las Empresas, elaborado por Cobee, el 30% de los vascos prefiere ir antes al médico a través de su seguro privado que a través de la seguridad social, porcentaje que asciende hasta el 40% con los vascos que valoran más disponer de una póliza de seguro privado debido a la saturación del sistema, preferencia que se traduce en vascos que ya cuentan con ella, el 56% del total de empleados vascos. 

En concreto, los vascos valoran principalmente de un seguro de salud que este disponga de una mayor disponibilidad de citas (39%), los tratamientos y la atención (33%) y que no haya copagos (33%). A pesar de ello, para un 94% de los encuestados el seguro de salud no es un aliciente para quedarse o cambiar de trabajo.

Estos datos estarían relacionados directamente con el estado de salud de dichos trabajadores. Y es que, si bien la mitad de los vascos le dan un 7 o más a su estado de salud, tanto físico como mental, el 28% de los encuestados asegura que este ha empeorado en el último año. Además, el 80% de los trabajadores afirman haber sufrido episodios continuados de estrés, el 40% está menos en forma y el 20% ha tenido dolores musculares en algún momento. Estado físico y mental de los empleados que repercute directamente en el trabajo. Así, el 11% de los vascos confiesa haber cambiado su forma de trabajar o rendimiento en el último año, estando más apático y menos productivo. 

Ante el empeoramiento de salud de algunos empleados vascos y su afección a la hora de trabajar, y pese a esa cierta 'reticencia' surgida hacia Osakidetza, el 70% de ellos afirma que su empresa no ha realizado ninguna acción concreta para valorar su salud, mientras que un 17% afirma que sí se ha interesado de alguna manera, y el 11% que lo ha hecho, pero no lo suficiente. Hasta tal punto que el 33% de ellos asegura estar desmotivado.

Médicos de Osakidetza/EFE

La salud mental, clave en el rendimiento 

Desmotivación, entre otras causas, que ha provocado que ascienda hasta el 17% el número de trabajadores que afirma haber necesitado acudir a un especialista en salud mental en el último año, principalmente por la carga laboral, el ambiente tóxico y la falta de motivación. Por ello, el apoyo psicológico en el puesto de trabajo se ha vuelto una parte fundamental para la salud y el bienestar de los equipos. Sin embargo, esta situación es bastante mejorable ya que el 94% de los vascos afirman que no reciben ningún tipo de apoyo emocional por parte de su empresa, mientras que sólo un 6% tiene la posibilidad de optar a un seguro de salud con cobertura psiquiátrica y psicológica.

Carga laboral, ambiente tóxico o falta de motivación, que ya han llevado a un 6% a cogerse la baja en alguna ocasión. Además, la posibilidad de solicitar una excedencia, una opción que puede ayudar en este tipo de situaciones, sigue siendo tabú entre los vascos hasta el punto de que el 83% no ha pensado en pedirla nunca, y al 17% se le ha pasado por la cabeza, pero le da miedo perder su puesto de trabajo.