Dos empresas con una larga trayectoria a sus espaldas, Glavista y Mecaner, se mueren. ¿Le preocupa que el accionariado salga fuera de Euskadi?
Claro que me preocupa. Cuando no van bien las cosas hay mecanismos de flexibilidad para evitar despidos o reducir condiciones de trabajo, pero tiene que haber transparencia. Demuéstrame que la cosa va mal. A todos nos interesa que la empresa vaya bien, pero haz partícipe a los trabajadores también cuando tienes beneficios.
Luego en Euskadi falta una política industrial. Ya la industria no es el motor de Euskadi. El Gobierno vasco tiene que invertir, pero esa inversión debe estar condicionada a garantías de mantenimiento y crecimiento en el territorio.
¿Cuanto más lejos está la propiedad menos transparencia?
No siempre. La cercanía te da más posibilidades pero no es una regla matemática. Ojo porque esto tampoco va de defender mi fábrica y que cierren las que están en otros países. Hay multinacionales en las que el trabajo conjunto a través de comités europeos está funcionando muy bien. Luego hay empresarios que viven aquí en Euskadi y no hay manera de sentarse con ellos.
Esto no va de defender mi fábrica y que cierren las de fuera. Los comités europeos en multinacionales están funcionando bien
Michelin Vitoria sale del comité intercentros. ¿Lo entiende?
El convenio de Michelin es un gran convenio. No compartimos la decisión de salir pero acatamos lo que la gente ha dicho. No lo compartimos porque las decisiones de Michelin no se toman en Vitoria. Es una multinacional y en estos casos creemos que la unión hace la fuerza. Tendremos que negociar en Vitoria sin saber las decisiones que se van a tomar en otros ámbitos, creemos que eso no es bueno. Lasarte tiene ese modelo y ha firmado el mismo convenio que en el resto del Estado. Pero ya digo, acatamos lo que se ha votado.
Tanto en Michelin como en Mercedes hemos visto dos posturas sindicales enfrentadas.
Los dos son buenos convenios. En Mercedes se consiguieron buenas condiciones y además se garantizó una inversión a futuro que es vital y que no se tenía. No creo que el convenio fuera el resultado de un chantaje. A veces hay sindicatos que echan gasolina a cuestiones que no tienen que ver con resolver el conflicto. Desde la irresponsabilidad cuando no tengo la mayoría es fácil echar gasolina.
¿Tiene contactos con el Gobierno vasco sobre Siemens Gamesa?
Tenemos contactos sí, siempre los hemos tenido, pero es que en esta empresa hay un problema grave de falta de visión industrial. El Gobierno vasco tiene que implicarse en ese plan de viabilidad. Las ayudas a empresas no pueden ser a fondo perdido. Tiene que haber un arraigo y un compromiso con el empleo.