José Antonio Jainaga, propietario de Sidenor y candidato a entrar en el capital de Celsa / EP

José Antonio Jainaga, propietario de Sidenor y candidato a entrar en el capital de Celsa / EP

Empresas

La plantilla de Celsa se decanta por Jainaga como socio de garantías para mantener el empleo

La entrada del dueño de Sidenor en el capital es la opción más interesante para las plantas vascas Nervacero y Laminaciones Arregui y también es la preferida por los sindicatos fuera de Euskadi

14 noviembre, 2023 05:00

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El culebrón Celsa abrirá compases cruciales una vez se constituya nuevo Gobierno en Madrid, algo previsto en próximas fechas tras la consecución por parte del PSOE de los suficientes apoyos políticos. Y eso porque el Ejecutivo de Pedro Sánchez tendrá ya vía libre para dotar de plena validez al acuerdo alcanzado con los fondos de inversión que controlan ahora el grupo catalán, con plantas en Portugalete (Nervacero) y Vitoria (Laminaciones Arregui).

Entre otras cuestiones, el acuerdo arrancado a los fondos, entre los que están Deutsche Bank o Anchorage o Attestor, incluye compromisos de mantenimiento de todo el empleo del grupo durante un mínimo de 18 meses. También se fuerza a los fondos a mantener la sede de la siderurgia en España, llevar a cabo las inversiones previstas así como dar entrada a un socio de perfil industrial que en un principio controlaría el 20% del accionariado.

Un acompañante (salvando las distancias la operación guarda paralelismos con la entrada de Bain Capital en ITP Aero) que será determinante en la hoja de ruta que dibuje la cúpula de Celsa una vez consumida esa moratoria de año y medio. Y es que a la firma vinculada al acero que entre en los próximos meses se le considera el agente con vocación de permanencia, es decir, quien se quedará al mando una vez los fondos de inversión vendan su parte.

Nada es descartable en ese sentido, tampoco que una parte de ese accionariado mayoritario ahora en manos de los fondos se ponga a la venta en el mismo momento de consumirse ese plazo de 18 meses. En ese caso la acería que ya tenga el 20% tiene mucho camino recorrido para decidir el futuro de Celsa.

Instalaciones de Nervacero / CV

Instalaciones de Nervacero / CV

Megasa, Sidenor o Cristian Lay

La sensación entre los trabajadores es que en los próximos meses se va a trazar la senda que recorrerá el grupo a medio-largo plazo y el nombre del socio industrial es vital. Si los sindicatos en las plantas vascas optaban hasta ahora por un perfil bajo para no hacer descarrilar la consecución de esos compromisos por parte del gabinete de Sánchez, la intención ahora es dar un paso al frente para remar en favor del candidato que entienden puede dar mayores garantías a nivel laboral.

La preferencia por José Jainaga, máximo responsable de Sidenor y con músculo inversor propio a través de Mirai, no es solo por una cuestión geográfica. El pasado pesa en el caso de los otros dos candidatos, mientras Jainaga cuenta con experiencia, un currículum intachable (Sidenor disparó su negocio un 40% el año pasado, hasta 1.000 millones, tras culminar un importante plan de inversiones) y una reputación relativamente buena en círculos sindicales.

Lo más relevante en todo caso es que la apuesta por Jainaga no se limita a las plantas de Euskadi. Las lecturas internas a nivel sindical también en factorías de otras comunidades autónomas como la propia Cataluña, donde está el núcleo central del grupo, Cantabria o Asturias responden también a la sensación de que el industrial vasco aporta, cuanto menos, seriedad. "Ahí están los números de Sidenor", señalan a este medio fuentes sindicales.

Miembros del comité de Nervacero durante un encierro por el convenio / CV

Miembros del comité de Nervacero durante un encierro por el convenio / CV

Movilización en Bilbao

En este contexto, el comité de Nervacero que lidera UGT ha convocado una concentración en Bilbao este miércoles ante la sede de la Spri para reclamar al Gobierno vasco que presione en esa dirección. El objetivo es mantener una reunión con la consejera Arantxa Tapia en la que poder trasladar la petición de asegurar un nuevo socio con plena vocación industrial y comprometido con el mantenimiento de la actividad y el empleo más allá de 2025.

Es cierto que entran aquí en juego intereses políticos y territoriales, aunque en este caso la carta vasca puede considerarse la favorita sobre todo porque, en ese tira y afloja entre comunidades autónomas, en la carrera no hay una alternativa catalana. En este tipo de procesos la posición de sindicatos y trabajadores, aunque no decisiva, suele ser un factor relevante a la hora de valorar opciones y ahí Jainaga tiene terreno ganado.

La gallega Megasa genera dudas sobre todo por la gestión a nivel laboral que ha realizado de las instalaciones compradas a ArcelorMittal en Aragón en 2016, mientras los recelos en torno a Cristian Lay (Grupo CL), propietario de la extremeña Gallardo Balboa, vienen más por el perfil del inversor, con menos tradición en el negocio del acero (la semilla del grupo fue la venta de joyas y bisutería).