Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, más conocida por sus siglas CAF, nació en 1861, en Beasain, como una empresa puramente ferroviaria, pero, siguiendo la evolución del transporte y las nuevas formas de movilidad, la compañía guipuzcoana ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y, a día de hoy, una parte importante de su negocio ya procede de la venta de autobuses de su filial Solaris.
Un dato que se traduce en que, en 2022, los ingresos de Solaris ascendieron a 696 millones de euros con la venta de 1.492 vehículos, un 3% menos que el año anterior y que la compañía achacó a los problemas en la cadena de suministro, la guerra de Ucrania y la alta inflación. Además, los autobuses eléctricos, los autobuses híbridos, los autobuses de hidrógeno y los trolebuses superaron, por primera vez en la historia de la empresa, más de la mitad del mix de ventas, alcanzando el 55%, frente al 44% en 2020, y el 29% en 2018.
Una evolución positiva que se ha visto reafirmada en los primeros nueve meses de 2023, periodo en el que las ventas de autobuses han alcanzado los 610 millones de euros, experimentando un crecimiento interanual de un 25%. En cuanto a su cartera de pedidos de autobuses, ésta se ha elevado hasta los 974 millones de euros, un 2,6% más que en dicho periodo en 2022.
Fue en 2018 cuando la firma vasca adquirió el 70% de la empresa polaca Solaris, que emplea a más de 2.000 personas, y con la que ha conseguido auparse hasta las primeras posiciones del ranking europeo de ventas de autobuses. El año pasado la filial polaca realizó pedidos procedentes de hasta 18 países, entre ellos Polonia, Italia, Bélgica, Alemania, Rumanía, Estonia, Letonia, Austria, República Checa y también España, donde el 75% de los autobuses que se venden son de Solaris, tal y como indican fuentes de la compañía.
Crecimiento en el segmento interurbano eléctrico
En estos momentos, su plan de expansión es clave para conseguir una mayor repercusión internacional, con el objetivo puesto principalmente en Francia. Además, nueve de cada diez autobuses que fabrican desde su filial polaca cumplen los requisitos de la normativa de cero emisiones y de bajas emisiones, por lo que la apuesta por la innovación y la sostenibilidad por parte de CAF, y por ende de Solaris, está sabiendo responder a los actuales retos dirigidos al proceso de descarbonización del transporte con modelos híbridos, de CNG - propulsados con gas natural-, de hidrógeno o eléctricos y trolebuses.
Entre su oferta de vehículos ‘limpios’ llama la atención su solución basada en la incipiente tecnología del hidrógeno. En 2022 únicamente se vendieron 42 autobuses de hidrógeno, ninguno de ellos en Euskadi, pero Solaris ofrece esta alternativa en su catálogo desde el lanzamiento, en 2019, de su modelo Solaris Urbino 12. “Desde entonces, “el interés por esta tecnología se ha disparado, lo que se refleja en el número de pedidos de este tipo de vehículos en 2022 y las unidades encargadas para 2023 y los próximos años”, indican en su informe anual. No obstante, en la actualidad, siguen siendo un número de encargos residual, ya que la red logística y de suministro aún debe madurar para lograr que se extienda la utilización del hidrógeno como combustible viable en el transporte pesado.
El que sí que es el producto estrella de Solaris es su autobús eléctrico, del que se vendieron 401 unidades el pasado año, y con el que tratan de competir en Europa frente a la competencia china de BYD y de la holandesa VDL. Aun con todo, el fabricante polaco logró la posición número dos en el mercado de autobuses de cero emisiones en 2022 con una cuota de mercado del 11,2 % y sigue manteniendo su posición de liderazgo en autobuses eléctricos con una cuota de mercado de un 14,1% entre 2012 y 2022. En el segmento eléctrico, la compañía busca crecer en la movilidad interurbana eléctrica, una modalidad en la que tiene gran recorrido tras su buena acogida en Suecia.