El grupo Eroski ha anunciado este jueves que ya ha amortizado toda la deuda pendiente a pagar en dos fases, una parte antes de este próximo verano (500 millones) y el resto hasta 700 millones en 2027. Con varios años de antelación la cooperativa de Elorrio liquida todo ese pasivo gracias a la emisión de bonos anunciada hace unas semanas y que ha culminado con éxito principalmente por la buena acogida entre "inversores institucionales".
La firma de Rosa Carabel abre así un nuevo tiempo en el que, si bien continúa sin quitarse completamente toda la deuda (que en su mayor parte pasa a manos ahora de los propietarios de esos bonos), la mochila pesa ya mucho menos. La propia Carabel anunció hace unos meses que la situación financiera del grupo "está normalizada" y que se abre ya una etapa sin imposiciones de desinversiones por parte de los acreedores.
La emisión de bonos anunciada hace unas semanas ha concluido este jueves, informa la cooperativa de Elorrio. "Se trata de bonos sénior garantizados, por un importe nominal de 500 millones de euros con inversores institucionales exclusivamente", se indica en una nota.
Laboral Kutxa y Kutxabank
La emisión forma parte de la estrategia para optimizar la estructura financiera del grupo, que pasa a dividir la deuda en diferentes instrumentos. Además de esos bonos en manos de inversores institucionales con vencimiento en 2029, hay un préstamo por importe de 35 millones de euros con vencimiento en 2025 suscrito con BNP Paribas y Deutsche Bank.
Por otro lado, hay otro crédito de algo más de 112 millones de euros, también con fecha de 2029, suscrito con Laboral Kutxa, Kutxabank, el ICO, la Sareb, y Mondragon Inversiones.
Eroski continúa así dando pasos para estabilizar su situación financiera, un auténtico lastre en los últimos años que ha obligado a realizar importantes sacrificios para salvar el eje central del negocio, la distribución principalmente de artículos de alimentación.