Recién finalizada la COP28, la Cumbre del Clima celebrada en Dubái hace unos días, el director general del Ente Vasco de la Energía (EVE), Iñigo Ansola, reafirma el compromiso de Euskadi por la sostenibilidad y su lucha contra el cambio climático. Para ello, afirma, es indispensable acelerar la implantación de las energías renovables en suelo vasco, porque está convencido de que sus beneficios son mayores que sus inconvenientes.
Y con esa labor de concienciación ciudadana se enfrenta a las preguntas de Crónica Vasca, con el objetivo de repasar lo que ha hecho esta entidad desde su puesta en marcha, en 1982, hasta nuestros días. También algunas de las últimas cuestiones relacionadas con polémicos proyectos que recientemente han sido aprobados en nuestro territorio y que tienen la energía renovable como protagonista.
-El EVE tiene una trayectoria que supera ya los 40 años de vida desde su creación en 1982 por el Gobierno vasco. Es curioso porque entre sus objetivos de entonces ya se hablaba de fomentar los recursos energéticos renovables…
-Sí. Y ahora que se está hablando tanto de la transición energética en la COP28, que acaba de terminar, en realidad es algo que llevamos hablándolo durante 41 años ya, lo que nos lleva a pensar que la transición energética no se hace de la noche a la mañana.
Hay que tener en cuenta que, en esos momentos de constitución del EVE, la coyuntura era complicada porque había una crisis energética y una altísima dependencia sobre los derivados del petróleo y del carbón. El barril de petróleo, de repente, pasó de costar 3 dólares a más de 30 dólares, lo cual, en todo lo que es el tejido productivo, tuvo una incidencia directa bestial, porque las empresas dejaron de ser competitivas. Fue entonces cuando se creó el EVE, bajo tres premisas importantes.
Por una parte, había que luchar por conseguir ser cada vez más eficientes; por otra, por diversificar el mix energético y no tener tanta dependencia de los derivados del petróleo y del carbón. Y, en tercer lugar, ver la transición como una oportunidad. Una oportunidad para innovar, desarrollar tecnología y crear economía.
-¿Y de qué forma ha avanzado Euskadi en la generación y utilización de la energía verde en las últimas décadas?
Euskadi no ha tenido hasta la fecha mucha energía renovable instalada, pero sin embargo, está contribuyendo a nivel mundial a que esa transición energética se dé en todo el mundo, tanto en el sector de oil and gas y ni qué decir tiene en el sector eólico y también en el fotovoltaico. Y eso es posible porque tenemos una cadena de valor muy desarrollada en energías renovables, que está exportando esa tecnología por todo el mundo.
-La estrategia energética para 2030 pretende reducir los derivados del petróleo a un 35%, mantener el carbón en un 1% residual, reducir la demanda eléctrica al 14% y aumentar, por un lado, el gas natural al 42% y alcanzar con las renovables el 15%. ¿Vamos por el buen camino?
En cuanto al mix energético, vemos que mientras que en 1982 la dependencia de los derivados del petróleo era del 62%, a día de hoy es del 42,8% en 2021. Y en renovables, en este momento estamos cerca del 17%, si bien un 10% es de generación propia y el 7% restante es importada. Y de entre las renovables, un 67,7% procede de la biomasa, un 18,2% de los biocombustibles, un 4,8% de energía eólica y aerotermia y un 4,9% de energía solar y geotermia. En eólica, a día de hoy, tenemos 153 megavatios instalados y en fotovoltaica alrededor de los 110 megavatios, pero están incrementándose gracias al autoconsumo y a la construcción de nuevos parques.
-Si miramos a Navarra vemos que nos sacan mucha ventaja…
-Sí. Nos adelantan en energías renovables, de las que un 36% es energía eólica y sólo un 4% fotovoltaica. Además, en su mix energético mantienen el gas natural en un 43%, pero hay que tener en cuenta que reduce las emisiones un 50% en comparación con el carbón o un 30% con respecto a los derivados del petróleo.
Agilización de las instalaciones de energía verde
-El Plan Territorial Sectorial (PTS) de Energías Renovables elaborado desde el Gobierno vasco ha señalado los puntos más adecuados para establecer instalaciones solares y eólicas, ya que tal y como ha señalado la Consejera de Medio Ambiente, Arantxa Tapia, “Euskadi necesita todo tipo de instalaciones de energía renovable”. Sin embargo, se ha encontrado con más de 4.000 alegaciones. ¿Es un mal plan?
-Antes de nada debemos tener claro que el PTS de renovables es una herramienta urbanística. No es más. Es decir, el PTS no nos impide seguir promoviendo este tipo de proyectos. Sin embargo, hay que tramitar planes especiales urbanísticos, lo cual conlleva un procedimiento muy largo. Y el PTS viene a agilizar el proceso y facilitar la tramitación administrativa de nuevos parques renovables.
-¿Y qué hay de esa oposición ciudana?
-Bueno, oposición no son alegaciones, las alegaciones quiero entender que son para mejorar ese PTS, pues habrá alegaciones que no sean una enmienda a la totalidad. En la esfera política, se ha entendido que es una herramienta necesaria. Y el EVE, como organismo colaborador, damos el mensaje de que las energías renovables tienen impacto sobre el medio. Las placas fotovoltaicas y los molinos eólicos necesitan grandes superficies, porque por desgracia, no solamente con proyectos de autoconsumo podemos abastecer toda la necesidad de energía que tenemos. Y debe ser en zonas con sol o con viento, y esto último significa en montañas o en el mar.
-¿Qué pasará entonces con los montes del territorio? ¿Están en peligro?
-Pues yo que soy mendizale, me encanta que el monte esté virgen, muy naturalizado y sin ningún impacto. Dicho esto, la implantación de energías renovables, como decía, tiene un impacto, sí, pero el impacto de no hacer nada es mayor. Lo sabemos, y en eso hay un consenso general, que tenemos que luchar contra el cambio climático y reducir drásticamente las emisiones sobre el medio y estas tecnologías nos van a ayudar a ello.
Pero existe el efecto denominado ‘not in my yard’ (“no en mi patio trasero”). Es decir, si me toca a mí ya no me hace tanta gracia… pero tenemos que ser muy conscientes de esta necesidad. Por eso, una de las labores del EVE es la concienciación social. Por un lado, con respecto al cambio climático, y por otra parte, también muy importante, cuantas más energías renovables tengamos, menos vamos a tener que pagar en nuestra factura energética.
Nada tiene que ver la generación eléctrica a través de un parque fotovoltaico o eólico con la generación eléctrica a través de un ciclo combinado con gas, que, además de tener emisiones, más caro va a ser porque dependeremos del precio de ese gas natural que nosotros no producimos y que nos viene del extranjero, por lo que tendremos que pagar el precio del mercado, que en los últimos años está siendo muy alto.
La cara B de las energías renovables
-Hablando de esa cara B de las energías renovables se acaba de visibilizar de nuevo con la aprobación de los trazados propuestos por la empresa Forestalia para evacuar su energía eléctrica en muy alta tensión, a 400 kV, procedente de sus parques eólicos y fotovoltaicos en Zaragoza, en diversos territorios, entre ellos Euskadi.
-Yo aquí sí que trasladaría una reflexión, que es que evidentemente las energías renovables deberían estar lo más cerca posible del punto de consumo. Eso, como primera premisa, lo cual no quiere decir que tenga que ser así, porque yo puedo tener una planta generadora en Extremadura y ser consumidor aquí porque la red eléctrica es única, por lo tanto, esa circunstancia se puede dar y es bueno que exista esa posibilidad. Pero, la segunda reflexión sería si realmente vamos hacia un mix energético cada vez más electrificado hay que hacer una apuesta muy importante en la red de transporte y distribución.
Porque por cada euro que se está invirtiendo en renovables, se está invirtiendo sólo 0,3 euros en redes, lo cual nos está dando una señal de que hay que invertir más en redes para que proyectos como los de Forestalia no tengan ni siquiera la mínima idea de pensar en tener que invertir en redes. Es decir, si tenemos una red de transporte adecuada, solvente, con capacidad suficiente para que pueda albergar toda la energía generada cerca de donde está esa red, nadie estaría pensando en tener que hacer redes propias.
Es lo que pasa aforestalia qué es lo que le pasa, que tiene unos proyectos muy importantes tanto en en el sector fotovoltaico como en el eólico, pero no tiene punto de evacuación cerca de donde está promoviendo esos parques.
-¿Considera mejor entonces que no sea Forestalia quien invierta su dinero privado para construir esa red? Uno de los condicionantes puestos por el MITECO para su aprobación es que debe compartirla con Red Eléctrica.
-Estamos hablando de grandes inversiones con su correspondiente impacto. Y habiendo una red eléctrica, con un componente público, cuya principal función es la de transportar electricidad, así a priori es una pena que alguien tenga que estar pensando en hacer tendidos de 250 kilómetros, con el impacto correspondiente que eso conlleva, para la evacuación de esta energía.
-Ha habido alegaciones por parte de las instituciones vascas, que han mostrado su rechazo a estas líneas.
-Sí, claro, desde el Gobierno vasco y desde la Diputación eso no se ha visto razonable, que un parque tenga un tendido y que vierta a 300 kilómetros del punto de generación, con el impacto ambiental que se produce y las pérdidas correspondientes de electricidad que se producen por el camino. Entonces abogamos porque estos puntos de evacuación estén ocupados por parques que se promuevan cerca de aquí.
-Sin embargo, ¿cuál es su opinión con respecto al proyecto de la interconexión eléctrica entre Francia y España, que afectará también a Euskadi, concretamente a Gatika, Maruri-Jatabe y Lemoiz?
-Desde luego, apoyo al cien por cien ese proyecto porque si realmente creemos en Europa, necesitamos un mercado europeo energético único. Eso haría que en Europa tuviéramos precios muchísimo más competitivos, porque tiraríamos de todo el mix energético europeo y ya no estaríamos hablando de mixes locales o estatales.
En este momento, tenemos que tener en cuenta que Francia sí está conectada con Europa y que en cambio, la interconexión entre Francia y la península es solamente del 3%, o sea, que proyectos como éste nos van a ayudar a que cada vez podamos exportar o importar más electricidad entre países.
-¿Pero no es un contrasentido que abogue por evacuar la energía cerca de donde se produce pero en cambio defienda esta red de muy larga distancia en la que además de su alto impacto habrá grandes pérdidas de energía por el camino?
-Bueno, a ver, lo de las pérdidas es así, pero tenemos que abogar por un mercado único energético europeo y, para eso, las interconexiones gasistas de hidrógeno, de oleoductos y de electricidad tienen que existir.
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