La empresa Plastic Energy ha decidido renunciar a última hora al proyecto de nuevo Polo de Innovación de Economía Circular del Plástico que iba a instalarse en los antiguos pabellones de Arcelor de Zumárraga. La localidad guipuzcoana ya había iniciado los primeros trámites de la planta e incluso ya habían percibido más de dos millones de euros por parte de la Diputación de Gipuzkoa.
El diputado foral de Sostenibilidad de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, lamenta la decisión final y espera que no termine instalándose "80 kilómetros más allá", en alusión a Bizkaia. "Gipuzkoa habrá perdido una oportunidad y cada uno se tendrá que retratar. Quién apuesta por dar un salto de gigante en un sector estratégico y quién mira a otro lado, y que lo que es tóxico en Zumárraga". Ha recordado además que se trataba de un proyecto "que reclama el sector", por lo que seguirá apostando para que en los pabellones de Arcelor haya "más empresas interesadas" en poner en funcionamiento un nuevo plan.
La creación de Plastic Energy iba a generar entre 40 y 50 empleos directos
Este proyecto suscitó críticas de organizaciones ecológicas y partidos locales, como el de Elkarrekin Podemos y el de EAJ-PNV. Este último, concretamente, habló sobre la preocupación que genera la apertura de una fábrica que podía tener posibles implicaciones medioambientales: "La regeneración del área de Arcelor Mittal no será tarea fácil, es un proceso que va en marcha. Desde PNV no admitimos atajos ni componendas. Además, la proximidad de las instalaciones a la población debería tenerse muy en cuenta". La creación de Plastic Energy iba a generar entre 40 y 50 empleos directos.
Siete años de inactividad
Arcelor, que anteriormente se denominaba como Esteban Orbegozo, se inauguró en el año 1930 y está formada con grandes chimeneas y montones de acero y chatarra almacenados. Una parcela que, desde hace siete años, no ha sido empleada y genera cierta inquietud al PNV, especialmente por la "calidad del suelo". Desde el Ayuntamiento informaron en todo momento que todo estaba supervisado y en orden. Aún y todo, el PNV siempre achacó que este proyecto fue "un intento de engañar a la ciudadanía" y una "promesa electoral incumplida".