Idoia Mendia ha confirmado este viernes que no seguirá al frente del departamento de Trabajo del Gobierno vasco la próxima legislatura. Aunque es probable que los socialistas puedan retener esta cartera y dar cierta continuidad a las políticas emprendidas por Mendia, el adiós siembra dudas sobre uno de los proyectos estrella de la que fue máxima responsable del PSE: el estudio del impacto de reducir la semana laboral a cuatro días.
El proyecto está en marcha y dispone de dotación presupuestaria para llevarlo a cabo en los próximos años, pero deberá hacer su camino sin el impulso de la aun consejera. Mendia ha puesto un empeño casi personal en sacar adelante la medida, que ha tenido que superar primero la ausencia de ELA y LAB en el diálogo social y luego la negativa de Confebask a dar pasos en esa dirección al menos de forma oficial.
En todo caso el estudio piloto para analizar el impacto de reducir la jornada en empresas se va a poner en marcha este año de la mano de la fundación para la innovación de la patronal guipuzcoana Adegi (Fabrika), todo ello a pesar de las reticencias que genera en el sector empresarial la idea de acortar el tiempo de trabajo. El objetivo, tal y como se ha hecho en otro territorios (el más relevante en Reino Unido) es medir cómo influye reducir la jornada semanal en la productividad y la conciliación laboral.
En España ya ha habido una prueba similar pilotada por el Ayuntamiento de Valencia, con conclusiones muy positivas para la salud y la conciliación del trabajador, así como en sectores asociados al ocio y el turismo, aunque con el borrón de un impacto negativo sobre el comercio.
Medida a largo plazo
Es un primer paso para valorar hasta qué punto los resultados son satisfactorios para, en su caso, plantear dar pasos en esa dirección en las mesas de negociación colectiva. Aquí es donde las reticencias de las patronales territoriales (se entiende que con la salvedad de Adegi) y la ausencia de ELA y LAB pueden paralizar el programa. Es en todo caso una medida de largo recorrido que la propia Mendia no concebía como acotada a una única legislatura, aunque su marcha tras las próximas elecciones condiciona su futuro o, al menos, sus ritmos.
Tras los comicios lo primero será la configuración de un nuevo gobierno y, en caso de que PNV y PSE repitan alianza, conocer de qué lado cae el departamento de Trabajo y las relaciones con los agentes sociales. Parece poco probable, a tenor de la fría acogida que dieron en su día Iñigo Urkullu y Pedro Azpiazu a la propuesta, que si los nacionalistas recuperan esta cartera vayan a querer seguir impulsándola.
Por otro lado Mendia si ha cerrado la aprobación de otra medida clave esta legislatura como es la Ley Vasca de Empleo, con itinerarios formativos personalizados para los desempleados e importantes cambios en Lanbide.