Guardería / GETTY IMAGES

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¿Hacia la desaparición de las guarderías privadas? Mismos requisitos, distintas ayudas

En los últimos años, muchas escuelas infantiles han cerrado en Euskadi ante la imposibilidad de seguir adelante por diferentes causas, entre ellas, la caída de la natalidad o la falta de ayudas económicas

27 enero, 2024 05:00

La guardería Perretxiko, en Getxo, cerrará sus puertas el próximo mes de junio. El cierre de una guardería en Euskadi no es algo aislado, más bien se lleva repitiendo de forma recurrente en los últimos años. Escuelas infantiles como la vitoriana Txantxangorri, Niños —una de las más antiguas de la capital vasca— o la Escuela Infantil Ametsak de Barakaldo también se vieron obligadas a echar la persiana entre 2022 y 2023. La caída de la natalidad, la ampliación de las bajas maternales y paternales, así como la admisión de niños a edades más tempranas en los colegios son algunos de los factores que están llevando a desaparecer a estos establecimientos educativos

Además de estos, otro de los puntos clave tiene que ver con las ayudas económicas. En el caso de las escuelas infantiles privadas, la delicada situación se acentúa aún más por la falta o las escasas subvenciones por parte del Gobierno vasco. Mientras que el Ejecutivo incluyó en 2022 un refuerzo de la financiación de las Haurreskolak públicas que hizo que, a partir de 2023 sean gratuitas, las privadas deben hacer frente al total del gasto o a parte de él, dependiendo de su catalogación. Como es lógico, este es un elemento determinante para los padres a la hora de decidir dónde llevar a los más pequeños. "Si los padres encuentran más económico otro sitio, se marchan", explica la presidenta de la Asociación de Escuelas Infantiles Autorizadas de Bizkaia (HAURPRIBI), Aitziber Aguirre

Así, la suma de todos estos factores aboca al cierre de varias guarderías como es el caso de Perretxiko que, de llegar a tener en sus aulas a unos 66 niños, ahora cuenta con alrededor de 12 o 15. "Dejan que los colegios acojan a niños en edades que nos corresponden a las guarderías, con lo cual es imposible luchar con ellos", señala Ainara Olabarrieta, la directora de esta guardería con diez años de recorrido. Muchos padres —explica—, se ven obligados a matricular a sus hijos de menos de tres años en los colegios por miedo a perder la plaza más adelante. 

Desde las guarderías privadas defienden que, entre sus puntos fuertes, está el de ofrecer un servicio "personalizado", así como unos horarios y calendario escolar más amplios. Es por ello por lo que muchas familias siguen eligiendo este tipo de oferta educativa porque "les resulta más interesante". "Yo tengo la guardería abierta los 12 meses del año, de lunes a viernes, 12 horas al día. Es decir, me adapto a la situación laboral real", indica Olabarrieta. Pese a ello, no es suficiente y los números no dan. 

La guardería Perretxiko cerrará el próximo mes de junio / PERRETXIKO HAURRESKOLA

La guardería Perretxiko cerrará el próximo mes de junio / PERRETXIKO HAURRESKOLA

"Mismas exigencias, mismos derechos"

La gratuidad de las escuelas públicas ha perjudicado a las privadas, ya sean autorizadas o no. Para ser catalogadas como autorizadas, los centros deben cumplir una serie de requisitos que establece el Gobierno vasco como, por ejemplo, x metros cuadrados por alumno, contar con una sala de usos múltiple o que el profesorado tenga el C1 en euskera. Ante las mismas exigencias para públicas y privadas, consideran que deberían tener "los mismos derechos". "No entendemos por qué el alumnado que se matricula en ciertos centros tiene derecho a una gratuidad, mientras que nuestras familias no", manifiestan desde HAURPRIBI. 

Por eso, desde esta asociación reclaman que todas las escuelas infantiles sean gratuitas porque esto —sostienen— podría frenar en cierta manera el descenso de la natalidad. "Para que todas las madres que no trabajan porque les cuesta dinero la escuela infantil, pudiesen trabajar. Una medida en favor de las mujeres trabajadoras que son siempre las que se quedan en casa con los niños hasta que tienen más edad".

Un futuro 'negro'

Si el presente no es bueno, el futuro no se presenta mejor y auguran que terminarán desapareciendo todas. "Supongo que las escuelas infantiles autorizadas podrán tirar, aunque no creo que cubran todas las necesidades porque no hay muchas plazas. Muchos clientes me han dicho que la solución será cogerse una excedencia hasta que el niño vaya al colegio, pero eso no sé qué beneficio tiene a nivel económico y social", confiesa la directora de Perretxiko.

Por eso, piden medidas para evitar su desaparición. Para, además de fomentar el acceso al mercado laboral sobre todo de las madres, apoyar a los pequeños negocios. "Tanto hablan de las empresas pequeñas y los autónomos, pero luego se hace poco. Las palabras no las ponen en práctica", lamenta Olabarrieta. 

Desde HAURPRIBI confiesan que, si fuese por las trabajadoras, llevarían a cabo movilizaciones, pero "luego entendemos que nuestras familias nos necesitan". Hace escasas semanas mantuvieron una reunión con el Gobierno vasco con el objetivo de que entiendan su posición y les ayuden más económicamente. "No estamos pidiendo igualar nuestros salarios, pedimos igualar las cuotas a las familias por su bien. Nuestra pelea es con el Gobierno vasco y con los políticos".