La trampa de los préstamos Covid: "El Estado nos iba a ayudar y ahora me piden 140.000 euros"

"Firmábamos con orejeras. El Estado estaba ayudando a todo el mundo y te fiabas. Te ponían el papel delante, mirabas las condiciones más básicas y firmabas", explica a 'Crónica Vasca' Mikel, nombre ficticio de un empresario vizcaíno que ha visto cómo su negocio iba a la quiebra poco después de la pandemia. La onda expansiva en lo personal que deja un mazazo de este tipo es ya importante, pero además muchos emprendedores se están encontrando con un susto añadido: los avales con los que el ICO (Instituto de Crédito Oficial) supuestamente iba a cubrir el préstamo suscrito a causa del covid no son lo que parecían.

Primero el contexto: como señalan los perjudicados por esta línea de avales, cuando la economía se paralizó en 2020 a causa de la pandemia hubo un aluvión de ayudas públicas para casi todos los colectivos: ERTE, ayudas directas... No fueron pocos los sectores que tuvieron que sobrevivir con la aportación económica de las instituciones, principalmente el Estado (el caso paradigmático fue la hostelería) y, como relata Mikel, en la mentalidad de entonces no cabía la posibilidad de que las ayudas tuvieran letra pequeña.

Pero la tenían: "Ahora te pones a leer todo el contrato bien y efectivamente te entran dudas. Ya no tienes claro lo que firmaste", relata el empresario vizcaíno, que se queja de que en su propia sucursal bancaria de máxima confianza no le expusieran en qué consistía el aval ICO con más detalle.

El conflicto (ya hay un par de sentencias por este motivo en tribunales españoles cada una en un sentido) guarda todos los paralelismos con otras batallas legales abiertas en España por la doble cara de ciertos productos financieros, con un agravante en este caso: "Estamos hablando del ICO, del Estado, y de una pandemia mundial".

La hostelería fue uno de los sectores más castigados por el covid/ EFE

El techo del 20%

Mikel se prepara así para afrontar su propio proceso legal para tratar de demostrar que no conocía el riesgo de poder enfrentarse al pago de todo el préstamo. Cuando firmó ese crédito confió en lo que le dijo su banco, que el ICO se haría cargo, en caso de no poder afrontarlo, de hasta el 80% (las condiciones conocidas eran que no se avalaban préstamos para unificar ni para saldar deudas anteriores al covid).

Ahora a Mikel le reclaman el pago de 140.000 euros más intereses, una inyección que utilizó para poder alimentar el negocio en los peores meses del covid, lo que unido a todo lo que supone bajar la persiana de una firma familiar le coloca en una situación económica personal muy delicada. De cumplirse ese límite del 20% de pago con el que hacía cuentas en 2020, únicamente tendría que pagar 28.000 euros.

"Es que la diferencia para un pequeño empresario es abismal. Y da rabia porque cuando nos animaban a firmar los préstamos nadie nos puntualizó que había riesgo de tener que pagar todo. Ahora cuando los abogados van a preparar la defensa se encuentran con que la publicidad de los ICO Covid ha desaparecido", relata el vizcaíno: "A la hora de la verdad, el Estado ayuda a la banca, como pasó en la crisis de 2009", lamenta.