Los vecinos del barrio de Zorroza llevan décadas denunciando los gases contaminantes y nocivos para la salud que emiten empresas industriales que, en pleno siglo XXI, aún siguen formando parte del término municipal de Bilbao, tales como Sociedad Anónima de Descontaminación y Eliminación de Residuos (Sader), Producción de Fertilizantes SA (Profersa), Sebería Bilbaína, Bilbaína de Alquitranes, TMB, Zabalgarbi y el vertedero de Artigas.

Durante muchos días y muchas noches el aire se vuelve "irrespirable", aunque los malos olores y la contaminación afectan también a otros barrios de la capital vizcaína, como Basurto, Olabeaga, San Inazio y Ribera de Deusto, además de los barrios de Burtzeña y Gurutzeta-Cruces, en Barakaldo, lamentan.

Sin embargo, las estaciones de control que se instalaron en el barrio de Zorrotza y en Elorrieta para medir la calidad del aire en este área "llevan fuera de servicio mucho tiempo", advierten. Es por eso que en el próximo pleno municipal, Elkarrekin Bilbao presentará una proposición para que se instale de manera urgente una red de unidades móviles que analicen la calidad de la atmósfera de la zona, ya que, defienden, el Consistorio debe tener "capacidad de velar diariamente por la salud pública de todos los vecinos afectados directamente por las emisiones y los malos humos".

Traslado de su actividad

Lo más llamativo es que hace unos años el Ayuntamiento de Bilbao alcanzó un acuerdo con Sader para que en 2018 se trasladase a unos terrenos del puerto exterior, en Zierbena, a cambio de una indemnización de 2,7 millones de euros. No obstante, a día de hoy no sólo sigue funcionando, sino que la actividad de esta empresa dedicada al tratamiento y recuperación de residuos industriales, tanto peligrosos como no peligrosos, es aún mayor, tal y como denuncian desde el grupo municipal.

"Durante los últimos meses, ha aumentado la actividad de Sader, ya que se ha incrementado el tratamiento de lixivados. Estos líquidos que circulan entre los residuos que se encuentran en los vertederos, tienen un potencial altamente contaminante y son considerados un peligro para el medio ambiente y para la salud pública", destacan. 

Ana Viñals, de Elkarrekin Bilbao, rodeada de vecinos frente a la empresa Sader. Elkarrekin Bilbao

A falta de solucionar el problema, éste parece seguir coleando en los próximos años, ya que las últimas noticias hablan de un retraso en la ejecución de los planes urbanísticos previstos para Punta Zorroza, que pretenden convertir esta zona en un área de uso residencial en un 60-65% con la construcción de 2.100 viviendas aproximadamente y con el 35-40% restante destinado a actividades económicas.

El Plan Especial de Punta Zorroza, "cuya aprobación es fundamental para poder sacar de Bilbao a las empresas Sader y Profersa, se está desarrollando de manera extremadamente lenta", critica la portavoz de Elkarrekin Bilbao, Ana Viñals, quien teme que "todo parece indicar que estas empresas van a continuar operando en Bilbao más tiempo del recomendado". Además, una vez se apruebe dicho plan, las empresas dispondrán de un plazo de dos años para efectuar su salida.

Desde Sader-Profersa, se encuentran a la espera de su traslado después de varios intentos, señalan. "Queremos seguir trabajando en nuestras empresas", pero  en "una nueva ubicación que nos permita mantener nuestra actividad y nuestros puestos de trabajo", defienden. En la actualidad, 120 familias viven de estas infraestructuras, que consideran "necesarias en el territorio". En su opinión, creen que "hay que poner el foco en buscar soluciones para la reubicación de las actividades, con una visión no cortoplacista que tenga en cuenta el carácter estratégico de la industria para Euskadi".

Refuerzo de las medidas de seguridad

Mientras tanto, los vecinos siguen pidiendo mayores medidas de seguridad que contribuyan a mimimizar sus preocupaciones. Ya en el año 2020, Elkarrekin Podemos solicitaba al Gobierno vasco que reforzase los criterios de seguridad de Sader, para que la Dirección de Atención a Emergencias obligase a esta empresa a contar con un plan de emergencia exterior. Además, instaba al Consistorio bilbaíno a que actualicese el Plan de Emergencia Municipal con el objetivo de "mejorar las labores de gestión de crisis y poder prevenir desastres medioambientales".

Desde el comité de trabajadores de Sader-Profersa, aseguran que no manejan sustancias químicas peligrosas "en cantidades que supongan un riesgo de accidente grave". Es por eso que, sus instalaciones no se encuentran bajo la normativa SEVESO o cualquier otra legislación para instalaciones peligrosas, por lo que "no se requiere un plan de emergencia exterior para las actividades", indican.

Han pasado más de 35 años desde que Sader se instaló en Zorrotza y, en la actualidad, se trata de la planta con mayor capacidad de tratamiento de residuos de toda la zona nortePerteneciente a Agaleus, grupo industrial dedicado a la gestión del medioambiente y la energía, su capacidad de gestión supera las 150.000 toneladas al año de hasta 552 tipos de residuos tratables y presume de no haber cometido ninguna infracción medioambiental en toda su historia.

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