Como es habitual en este tipo de proyectos los plazos fijados en los primeros esquemas para devolver vida empresarial a La Naval se van a quedar muy cortos. Han pasado justo tres años desde que la firma belga VGP resultó ganadora de la puja por los activos del astillero y aun queda camino por recorrer, al menos hasta bien entrado 2025, para que las nuevas compañías se asienten en los enormes terrenos situados junto a la ría.
Y eso que la primera fase, la de limpieza y acondicionamiento del suelo, ha ido más o menos según lo previsto y está prácticamente terminada. De ahí que se valorara el inicio de 2024 como punto de inflexión para empezar a edificar los nuevos pabellones pero, según han confirmado fuentes de la compañía belga a Crónica Vasca, eso no ocurrirá hasta 2025.
"En estos momentos se siguen las tramitaciones urbanísticas con el Ayuntamiento de Sestao, con la voluntad de poder comenzar las obras de urbanización, rehabilitación de edificios existentes y construcción de nuevas naves cuanto antes", señalan desde la promotora de inmuebles logísticos y empresariales, que apunta a la parte final de este año y el inicio de 2025 para dar comienzo a las labores de urbanización de la zona como paso previo a las obras para levantar los nuevos pabellones, algo que ocurrirá en todo caso ya el próximo ejercicio.
La propia alcaldesa de Sestao, la jeltzale Ainhoa Basabe, ha indicado en la revista local del PNV que este año se dedicará a la tramitación de licencias y permisos y que por tanto aun no podrán comenzar las obras. "Necesitaremos este año 2024 para realizar toda la tramitación que requiere un proyecto de esta envergadura", remarca la alcaldesa del municipio.
Naval y eólica
Hay que destacar por un lado el tamaño de los terrenos donde se ubicaba el histórico astillero, cerca de 300.000 metros cuadrados sobre los que se levantará un ecosistema económico con varios condicionantes. Por un lado permanecen un puñado de grúas en pie que se utilizaban cuando La Naval aun construía buques, así como varios elementos (pabellones, diques y una pasarela sobre las vías de tren) que han sido considerados patrimonio protegido por el Gobierno vasco.
Además la venta de los activos a VGP se realizó con el compromiso de destinar más de la mitad de la nueva actividad empresarial al sector industrial. La firma belga en todo momento ha dado a entender que no tendrá problema con cumplir con este pacto, y de hecho señala a este medio que hay muchas posibilidades de que la proporción sea "significativamente mayor". Hay sobre la mesa un "gran número" de empresas del sector industrial interesadas en hacerse con instalaciones en el futuro parque, incluidas firmas dedicadas al sector marítimo.
Se barajan en ese sentido dos grandes actividades como probables protagonistas de esos terrenos, la reparación naval y la energía renovable, en especial la eólica, si bien el abanico final será mucho más amplio (el proyecto inicial se anunció como parque logístico). En el primer caso de trata de conservar parte de la herencia industrial que deja La Naval partiendo de la base de que muy cerca se encuentran las instalaciones principales de dos de las compañías vascas que aun construyen barcos, Murueta y Zamakona (la otra es Balenciaga, en Zumaia). En cuanto a la eólica, este es uno de los negocios al alza en Euskadi, incluida la offshore, y el sector no para de ganar peso muy cerca, en el Puerto de Bilbao.
Quedará así 2024 como año de transición dentro de los trabajos de cocina de lo que será el futuro parque empresarial, coincidiendo además con el cambio de gobierno en Gasteiz que se producirá tras las elecciones del 21 de abril. El final de ciclo de Iñigo Urkullu llegará con uno de los grandes frentes a nivel de regeneración industrial en Euskadi sin encarrilar y tampoco está claro si la consejera del ramo, Arantxa Tapia, tiene previsto continuar en un probable ejecutivo encabezado por Imanol Pradales. Un Pradales que, por la cercanía de su municipio, Santurtzi, y por su pasado en la Diputación de Bizkaia, conoce perfectamente la trayectoria del viejo astillero y las posibilidades que ofrecen esos terrenos.