Las granjas de atún rojo en el Cantábrico avanzan con el objetivo de arrancar su producción en 2025

Avanza el proyecto de instalación de la primera granja de atún rojo del Cantábrico, para la que la localidad costera de Getaria ha sido elegida por la empresa impulsora, la catalana Balfegó. Una firma de Tarragona -de origen familiar pero referencia a nivel mundial en el negocio del atún rojo- que, junto a Azti, trabaja en el emplazamiento de jaulas sumergibles frente a la costa guipuzcoana para empezar a explorar la actividad de engorde de esta especie. 

Se trata de un proyecto pionero que pretende cambiar la manera habitual de cazar este tipo de peces, y es que tal y como ha informado Itsasbalfegó -la sociedad creada hace unos meses por ambas instituciones para abanderar el proyecto-, a diferencia del sistema de cebo vivo, la captura de este animal mediante barcos de cerco permitirá una mejora en términos de sostenibilidad, con menor consumo de combustible de los barcos, y en seguridad.

Pesca de atún rojo

Una alternativa al Mediterráneo

Así, este proyecto pretende servir como antecedente y muestra para el futuro de la pesca en el Cantábrico, a menudo descartado frente a la costa mediterránea por sus condiciones meteorológicas y temporales, en especial en los meses de invierno por las complicadas condiciones del mar.

Bajo estas condiciones, el proyecto consta de dos jaulas sumergibles en lugar de flotantes, mucho más resistentes a fuertes olas, que han sido probadas ya en el mediterráneo y que serán amarradas al lecho marino de la costa vasca. En concreto, la ubicación de las jaulas, de 50 metros de diámetro cada una, se ha proyectado frente al puerto de Getaria con suficiente distancia a las zonas de costa protegidas. Además, para evitar problemas de desplazamiento hasta las jaulas, se concentrará la alimentación de los ejemplares entre los meses de junio, cuando se produce la captura, y octubre, cuando se procede a su sacrificio, procesamiento y comercialización.

Está previsto que las jaulas se instalen este año y que en menos de un mes estén operativas. Y es que la firma catalana incluye la previsión de poder introducir ya este año 100 ejemplares a modo de prueba, para ya en 2025 pasar a una entrada de 150.000 kilos (unos 1.500 ejemplares de 100 kilos cada uno) y tener así la piscifactoría ya operativa.