El gas sigue siendo un nutriente básico en la dieta energética de los países europeos. También Euskadi sigue dependiendo en gran medida de las descargas de buques en una de las puertas de entrada del gas de procedencia fósil como es Bahía Bizkaia Gas (BBG). La regasificadora ubicada en el Puerto de Bilbao, ampliada con un tercer tanque hace una década, vive un momento dulce después de dos años de gran actividad con buenos niveles de rentabilidad en 2023 una vez recuperados los precios.
El pasado año el abanico de países de origen del gas natural licuado que llega en buques a las instalaciones de Zierbena era más amplio que en lo que va de 2024, cuando las compras se concentran en Rusia y Estados Unidos. Moscú no ha dejado en ese sentido de suministrar gas al entramado energético de Euskadi tras la guerra con Ucrania, un parón que sí se ha dado en el caso del petróleo que llega a Petronor, que ha tenido que dar con vendedores alternativos y envía su combustible a Europa, en especial Francia y Reino Unido.
En el caso del gas natural el año pasado fue Estados Unidos el país que más vendió a Euskadi, aunque Nigeria se coló como segundo socio comercial por delante de Rusia. Otros países que participaron en la cesta de la compra fueron Perú, Argelia o Trinidad y Tobago, según datos de Eustat. No hay en ese sentido una pauta establecida ya que por ejemplo en 2022 entraron otros vendedores con fuerza como Angola, Catar o Guinea Ecuatorial.
Menos que en 2023
En los seis primeros meses de 2024 el volumen de gas que ha entrado a BBG no alcanza el medio millón de toneladas, lo que apunta a un ejercicio bastante menos 'jugoso' para la regasificadora que el año pasado, cuando se superó el millón y medio de toneladas en doce meses. De lo que ha entrado hasta junio dos tercios proviene de Rusia y el resto de Estados Unidos.
Hay que recordar por otro lado que recientemente ha entrado en funcionamiento la regasificadora de El Musel, en Asturias, lo que inevitablemente va a restar cierto protagonismo a Bilbao como puerta de entrada a la red de distribución de Enagás. Por ahora el tráfico del Puerto de Bilbao, volcado en los graneles líquidos, mantiene el tono sin problemas gracias al tirón de Petronor. De hecho los productos energéticos están impulsando el aumento de mercancías este año frente al leve pero continuado descenso de los tráficos de contenedores.