Gobierno vasco y banca absorben más de la mitad de la inversión en Euskadi de la EPSV Itzarri
La entidad que gestiona los ahorros para la jubilación de los funcionarios tiene un 39% de su 'cartera vasca' en deuda pública de Lakua, mientras que en el resto de inversiones sobresalen Kutxabank y BBVA
2 octubre, 2024 05:00Noticias relacionadas
Hay un consenso económico, incluso político hasta cierto punto, sobre la necesidad de que Euskadi disponga de más herramientas para invertir en empresas, tanto firmas ya consolidadas como proyectos incipientes que necesitan un empujón.
El nuevo clúster BasqueFIK busca precisamente servir de punto de unión de todos los eslabones con capacidad inversora, entre los que de un tiempo hacia aquí han pasado a cobrar una cierta relevancia las EPSV. Las entidades de previsión social voluntarias, los fondos de pensiones vascos incentivados gracias a la fiscalidad propia, acumulan un importante patrimonio, casi 30.000 millones de euros entre todas, que podría utilizarse con condiciones para reforzar el arraigo de las empresas con sede en Euskadi.
Esta figura ha cobrado un nuevo protagonismo tras años en segundo plano. El propio presidente de la federación que agrupa a las EPSV, Ignacio Etxebarria, explicaba el año pasado a Crónica Vasca que era necesario estimular el papel de este sistema de ahorro en todos los sentidos.
Y, en cierto modo, la solicitud de su presidente ha tenido eco. No solo por el papel que pueden jugar las EPSV como aporte de músculo inversor, es que de la mano de la nueva regulación aprobada por el anterior consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, ha brotado una nueva entidad de empleo (la que se nutre de aportaciones de trabajadores y empresas) en Bizkaia, Etorkizuna EPSV, para gestionar los ahorros que emanen de la negociación colectiva sectorial del territorio.
Al estilo de Geroa, con origen en el Metal de Gipuzkoa y ampliada luego a otras actividades, la iniciativa parte de Cebek tras el compromiso entre Ascobi y CCOO en la mesa de la construcción y su gestión en el día a día corresponderá a Kutxabank.
Aportaciones con polémica
Geroa es, por trayectoria y por la tradición de este modelo en las empresas de Gipuzkoa, la gran referencia en el ámbito privado mientras que en lo público sobresale Itzarri, que gestiona los ahorros de los empleados del Gobierno vasco (Elkarkidetza hace lo propio con trabajadores de diputaciones y ayuntamientos). Al igual que Geroa, Itzarri supera de largo los 100.000 socios.
El fondo Itzarri, cuyas aportaciones en teoría se pactan en la mesa de negociación entre el área de Función Pública del Gobierno vasco y los sindicatos, ha estado en el centro de la polémica en los últimos años a raíz de la suspensión de los pagos por parte de Lakua en cumplimiento del paquete de recortes de 2012 de Mariano Rajoy.
El asunto llegó a los tribunales, que acabaron avalando el ajuste, si bien luego las aportaciones se recuperaron en el marco eso sí de un clima muy tenso con los sindicatos de la función pública. Aun en 2022 ELA hablaba de "desprecio" por parte del Ejecutivo vasco por no haber retomado los pagos completos a Itzarri.
Inversiones en Euskadi
Itzarri cerró un gran ejercicio 2023 en un marco más que favorable para todas las EPSV vascas, en este caso con una rentabilidad superior al 8%. El patrimonio escaló por encima de los 1.200 millones de euros, de los que cerca del 13% están invertidos en Euskadi.
Es un porcentaje más que relevante si se enmarca en ese cálculo lanzado por la propia federación el año pasado que, de media, sitúa el peso de las inversiones en Euskadi de las EPSV en el 6% (unos 1.700 millones de 28.000).
Como el resto, en la cartera de Itzarri es protagonista la deuda pública, principalmente del Gobierno vasco. Las emisiones de Lakua concentran el 39% de los 158,5 millones invertidos por la EPSV en Euskadi, con diferencia la parte más sólida del pastel.
Si se suman las inversiones en banca, en concreto en BBVA y Kutxabank, otros dos actores llamados a jugar un papel clave para movilizar recursos para el arraigo empresarial, el porcentaje se eleva hasta casi el 55% (87 millones de 158,5 millones a cierre de 2023).
A partir de ahí Itzarri cuenta con una larga lista de inversiones en empresas fuera del sector financiero que encabeza Tubacex, de la que los funcionarios del Gobierno vasco son el cuarto accionista y que anotó un resultado en Bolsa extraordinario el pasado año. Le siguen, ya con un peso en la cartera total inferior al 1%, Iberdrola, CIE Automotive, Arteche o Dominion. También hay invertida una cierta cantidad en startups y firmas incipientes caso de la prometedora Herko Trucks, que comenzará en breve la fabricación de camiones sostenibles con combustibles no contaminantes.
A partir de aquí habrá que ver si tanto esta como el resto de entidades de previsión social voluntaria pueden ampliar su implicación en las empresas vascas de la mano de ese nuevo clúster financiero. Cualquier puerta que se abra debe encajar en los límites que marca su regulación y en ese compromiso prioritario de poder hacer frente a las retribuciones a los socios.