Euskadi da un paso más hacia la independencia tecnológica de China

Euskadi da un paso más hacia la independencia tecnológica de China EFE

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Euskadi da un paso más hacia la independencia tecnológica de China

12 octubre, 2024 05:00

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China es ya el segundo país que más vende a Euskadi, sobrepasando los datos de los que hasta ahora habían sido históricamente los mayores vendedores: Alemania, EE.UU o Brasil.

Según los últimos datos del Eustat, en los primeros 7 meses de este año la CAPV ha comprado productos al gigante asiático por valor de más de mil millones de euros -1.051.473.000 euros, concretamente-; una cifra que si bien es inferior a la registrada en los siete primeros meses de 2023 -1.304.966.000 euros-, refleja la dependencia que tiene Euskadi de China. 

Son muchos los sectores que en los últimos años han notado la penetración de diferentes fabricantes chinos, haciendo que sus potenciales clientes se decanten por producto del país asiático, dado su precio normalmente más económico: sectores que van desde el energético, hasta el tecnológico y, en especial, la automoción

Bajo este contexto, y con la sombra de una posible guerra comercial entre Bruselas y China, son muchos las compañías vascas que han potenciado su carrera por conseguir la competitividad con el país asiático. 

Trabajadores chinos

Trabajadores chinos EFE

Avanza la producción de chips

El último caso se conocía hace unos días: un proyecto,‘SoC4CRIS’, liderado por el Equipo de Investigación en Electrónica Aplicada de la UPV y con la colaboración de CEIT, Tekniker, Ikerlan, IKOR y el Clúster GAIA, trabaja ya en el diseño de semiconductores de aplicación para la industria vasca orientada a los sectores de la energía, transporte, automoción, máquina herramienta, médico y aeroespacial. 

Sus participantes lo tienen claro: con él, además de sentar las bases para poder generar nueva actividad económica en el campo de los semiconductores para estos sectores, se pretende ganar autonomía del país asiático en el diseño y fabricación de semiconductores, tratando de mitigar una nueva situación de crisis. 

Basquevolt y su carrera con China

Otro de los casos, uno de los más conocidos en el territorio es el de la compañía de Miñano, Basquevolt. Centro que trabaja en una tecnología de baterías de estado sólido sostenible y que aspira a ser una gigafactoria referente en Europa.  

Abierta ya la fase preindustrial con prototipos, el centro lo tiene claro: sus competidores no están en Europa, están en China y EE.UU. Así, lo aseguraba Francisco Carranza, CEO de Basquevolt, en su entrevista para Crónica Vasca; quien también utilizaba el término de "carrera" para hacer relación a su competidor asiático.

Fábrica China

Fábrica China EFE

La automoción vasca duplica las compras de componentes chinos

Si bien, la industria vasca de automoción tiene una importante presencia en China, con 69 implantaciones de 17 empresas de componentes y 19 de maquinaria y servicios; son muchos los empresarios vascos, o con plantas aquí en Euskadi, los que, por el contrario, miran con recelo el auge de las ventas de automóviles chinos. 

La entrada del gigante asiático como actor comercial relevante es común a todas las economías del continente europeo y podría decirse que del mundo, de ahí que China sea el foco de las grandes políticas arancelarias.

Y es que, en Euskadi las ventas chinas de vehículos pequeños ascendieron a 3 millones el año pasado. Eso sí, lejos de los 32 millones de Alemania, los 18 millones de Francia incluso los 6 millones de Reino Unido e Italia.

Si bien la CAPV no destaca por las compras de automóviles al gigante asiático, sí que lo hace por la compra de componente. En total, la automoción vasca importó el año pasado productos chinos por valor de 44 millones de euros, según Eustat, de los que la mayor parte fueron componentes, el doble que en 2013 y 2014. 

En este sentido, y dado que actualmente el mayor atractivo de la automoción china es su oferta de vehículos eléctricos, la planta de Mercedes en Vitoria recibía a comienzos de año una inyección de 1.000 millones de euros destinados a la ampliación y transformación de sus instalaciones para la fabricación del vehículo eléctrico a partir de 2026. Una apuesta en la que están todas las esperanzas de la planta alavesa -la más grande de Euskadi- depositadas dado el complicado momento que atraviesa actualmente.