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Antón Pradera decía hace unos días que la política energética europea es "un desastre" para el automóvil. El presidente de CIE Automotive, uno de los líderes mundiales del sector, ofreció en la Deusto Business School su visión crítica sobre cómo está jugando sus cartas Bruselas para favorecer a sus empresas de automoción y también del nuevo papel que juegan los fabricantes chinos.

La cooperativa Matrici, que acaba de anunciar su entrada en liquidación, trató precisamente de subirse a 'la ola' china ante la falta de oportunidades que ofrecían las grandes marcas europeas, que reclaman por su parte más seguridad e incentivos para la apuesta eléctrica. La aventura de Evergrande acabó siendo un fiasco aunque sí hay que reconocer que el enfoque de los gestores de Matrici era correcto: si los coches chinos van a invadir el mercado posicionarse a su lado es una garantía.

No le salió bien la jugada en este caso a la cooperativa del Grupo Mondragon, que ha intentado conseguir un gran pedido hasta el final, estando muy cerca de lograrlo a través de gigantes como BMW. Matrici empezó incluso a diversificar su actividad de la mano de la aeronáutica y empresas como ITP Aero, pero todo ha sido insuficiente.

Como indicaba la propia compañía, hasta cinco años ha estado la cartera de pedidos sin recibir un encargo de un gran fabricante europeo, algo insostenible para una empresa de estas dimensiones. Batz, otra de las referencias en automoción de Mondragon, sí presenta de momento capacidad para retirar huevos de la cesta de la matricería e irse a otros negocios más dinámicos ligados a la nueva movilidad eficiente.

Fábrica de Volkswagen en Wolfsburg. / COCHE GLOBAL

Volkswagen anuncia cierres

2024 es un año muy gris para la automoción. Como señalaba el propio Pradera, la 'dieta' a nivel de producción por la pandemia y la escasez de chips permitió dibujar una curva ascendente en 2022 y 2023, pero la alegría terminó.

De los grandes fabricantes, es Volkswagen el que ha dado el paso de anunciar ya ajustes drásticos en su ecosistema productivo cuyas consecuencias son difíciles de prever. Precisamente este lunes el gigante de Wolfsburgo explicaba a los sindicatos su intención de cerrar tres fábricas en Alemania, un auténtico tsunami para la industria del país, así como acometer importantes recortes salariales.

Movilización de trabajadores de Volkswagen

El adiós de Matrici pone punto final a otro capítulo negro en el historia de la matricería vasca. Su delicada situación venía de atrás, pero no deja de ser un claro aviso de que, en un mercado tan globalizado y a la vez concentrado, cualquier estornudo en Alemania o Francia puede ser letal en los eslabones más débiles de la cadena.

Hay unas 300 empresas en Euskadi dedicadas principalmente a la producción de partes del vehículo. Aunque todas en mayor o menor medida han apostado por diversificar cartera, Volkswagen tiene un peso importante en los volúmenes de trabajo de muchas de ellas. 

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