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Es uno de los proyectos emblemáticos a nivel de recuperación de zonas abandonadas liderados por el Gobierno vasco. La central nuclear de Lemoiz, protagonista de un capítulo negro de la historia de Euskadi pese que nunca llegó a funcionar, es hoy un enorme cascarón con tintes apocalípticos que sigue a la espera de acoger una actividad alternativa a la que se proyectó en su día.

La salida más avanzada de las que se han propuesto para los 'huesos' de Lemoiz es una piscifactoría. Con el centro de investigación Azti a la cabeza, el Gobierno vasco proyectó en las instalaciones de la cala de Basordas antes de la pandemia una granja de langostinos, gambas y distintas especies de peces.

Tras el traspaso de los terrenos en 2019, el anterior Ejecutivo de Iñigo Urkullu anunció inicialmente el pleno rendimiento de esta nueva actividad de cría de peces y mariscos para este próximo 2025, una fecha que más tarde se confirmó inviable por la complejidad de las obras para adecuar las instalaciones.

Imagen por ordenador de la futura piscifactora que acoger la antigua central nuclear de Lemoiz. / Gobierno Vasco

Retrasos

Pese a los retrasos, el plan sigue en marcha. A la espera de que se concrete qué inversor o inversores serán seleccionados finalmente para arrancar la piscifactoría, el Ejecutivo da continuidad a las obras de adecuación de las instalaciones, que ya arrancaron el año pasado con el inicio de los trabajos para arreglar el dique que protege la zona con una partida de algo más de dos millones de euros.

Mikel Jauregi, consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad Europa Press

En las cuentas de 2025 Sprilur, la sociedad del Gobierno vasco dedicada a la recuperación de suelo industrial dependiente del departamento de industria, destina algo más de 4 millones a continuar con esta labor. Además la partida incluye como objetivo "la demolición de las instalaciones para el desarrollo de un Polo de Investigación y de Producción Acuícola innovador y sostenible".

Además, los presupuestos recogen ya compromisos de inversión pública hasta 2028 en un proyecto que supondrá para Sprilur un gasto total de algo más de 25 millones de euros, según viene recogido en las cuentas.