Kutxabank ha puesto en marcha la renovación de los dos convenios del grupo, el de la propia plantilla de Kutxabank y el de Cajasur. Ambos colectivos gozan desde la formación del banco (BBK compró la caja cordobesa en 2010) de dos regulaciones diferentes con una importante brecha en casi todos los apartados, incluido el económico, desfavorable para los trabajadores de la caja andaluza.
Lógicamente este diferencial es uno de los grandes obstáculos a sortear en caso de pretender integrar la caja cordobesa dentro Kutxabank, una fusión de la que se habló profusamente en los años posteriores a la unión de las cajas vascas pero que, más de una década después, sigue sin activarse.
En la antesala de esta nueva ronda de negociación de los convenios regresa el 'run-run' a la plantilla sobre esa posibilidad, más aun a raíz de que el principal sindicato representado en Cajasur, Asprobank (también están CCOO y ALE) haya publicado en su web una reseña en la que se refiere a una mesa de "homologación/integración".
En concreto, Asprobank indica que "ha echado a andar formalmente la mesa de homologación/integración" y apunta al próximo viernes como nueva cita clave en el proceso.
Y explica que la dirección del banco ha propuesto un sistema de homologación de niveles "basado en el que se usó en la homologación de las tres cajas vascas" y emplaza a la unidad con el resto de centrales "para el éxito de nuestros objetivos comunes".
Una negociación común
Es evidente que la equiparación es más que interesante para los 1.800 trabajadores de Cajasur (el grupo bancario vasco suma unos 5.000 en total), otra cosa es hasta qué punto la dirección del banco está dispuesta a ello.
Fuentes oficiales de la entidad que encabeza Antón Arriola explican a este medio que estos días se inician por separado las negociaciones del II Convenio de Cajasur (ya ha habido una primera reunión inaugural) y las del IV Convenio de Kutxabank (el próximo día 28 de noviembre se inician formalmente las reuniones), ambos con finalización el 31 de diciembre, pero nada más.
"En este contexto, y en base a un lógico proceso de negociación, los representantes de los trabajadores y la empresa pondrán sobre la mesa sus condiciones para su discusión y negociación", indican estas fuentes.
Una integración pendiente
No hay por tanto en esas negociaciones ningún componente que permita intuir el inicio del proceso de integración entre ambas entidades, que el grupo bancario sigue así de momento posponiendo. Es algo que previsiblemente se hará más adelante, como ha ido ocurriendo en el sector con las cajas 'moribundas' absorbidas en su día a raíz de la crisis bancaria, pero el asunto no está ahora en la mesa pese a que las pretensiones sindicales puedan ir por ahí en algunos casos.
Es más, fuentes próximas a la negociación señalan que ha sido el propio bloque sindical el que ha rechazado acometer ambos convenios en una mesa única y ha optado de forma mayoritaria por dos procesos separados.
La entidad vasca tampoco desvela los contenidos a los que estaría dispuesta a llegar en las mesas y emplaza al devenir de las negociaciones. Hay que recordar que el banco ha ido aplicando estos años con el último convenio en vigor mejoras en los incrementos salariales a sus trabajadores para cubrir la fuerte inflación en un contexto de huelgas laborales convocadas por todas las centrales con representación en el grupo (Asprobank, CCOO, ALE, ELA, LAB y Pixkanaka).
Por otro lado, los procesos de negociación se abren en un momento dulce para el banco, camino de superar los beneficios récord de 2023, que fueron superiores a 500 millones de euros.