La industria vasca de automoción muda poco a poco su piel y se prepara para el cambio de ciclo. La electrificación del transporte por carretera avanza despacio entre mil y un obstáculos, pero avanza. Y en ese proceso hay empresas tradicionales que dicen adiós y nuevos proyectos que germinan sobre la nueva ola.
Aresar es una de esas compañías que ha sabido aprovechar uno de los nuevos nichos que abre la descarbonización. Nació en un taller de Amorebieta y, tras un largo trabajo de desarrollo de su powertrain eléctrico (sistema de propulsión), ha comenzado a fabricar vehículos ligeros completos, pequeños camiones, para realizar trayectos y servicios urbanos.
Para poder dar ese salto, la compañía se ha trasladado del AIC (Automotive Intelligence Center) a las instalaciones, también en Boroa, en Amorebieta, de la antigua MB Tooling, empresa extinguida del sector de la troquelería que pusieron en marcha Matrici y Batz, dos actores históricos de la automoción vasca.
Ambas cooperativas del Grupo Mondragon lanzaron MB Tooling de forma conjunta con importantes inversiones y vocación internacional pero, como ambas cooperativas han sufrido en carne propia, las crisis y la caída de los pedidos por la incertidumbre en el sector y la fuerte competencia asiática hizo inviable el proyecto.
Matrici ha entrado recientemente en fase de liquidación tras un largo concurso de acreedores mientras Batz logra resistir gracias a una importante diversificación para restar peso en el negocio a la matricería.
Una nueva oportunidad
Las instalaciones que ocupaba MB Tooling en Boroa cuentan ya con nuevo inquilino. Con retraso debido a los trabajos para acondicionar la nave, Aresar ha comenzado a producir sus vehículos hace algo más de un mes con el objetivo de tener listo un primer lote de 50 vehículos comerciales ligeros antes de que acabe el año.
Como explica Enrique Ruiz, director de desarrollo de negocio, el arranque de la producción se produce de forma un tanto obligada por los plazos comprometidos con los clientes, principalmente empresas ligadas a ayuntamientos de capitales con necesidad de una flota de vehículos de este tipo, de forma que en enero se volverá a parar para dar los últimos retoques a las instalaciones, que estarán listas definitivamente hacia febrero con un nuevo layout de producción en serie completamente operativo.
El nuevo Aresar J3 es un vehículo diseñado y fabricado por la empresa vizcaína desde cero y está enfocado a trayectos urbanos para diversos servicios como jardinería, limpieza o reparto.
Plan de expansión
Gracias al esfuerzo del grupo promotor, a la entrada de nuevos inversores y a los incentivos tanto del Ministerio de Industria (plan Moves) como al apoyo de Gobierno vasco y Diputación de Bizkaia, Aresar dará un acelerón ya en 2025 a su nivel de producción y superará las 400 unidades el próximo año, para subir al millar en 2026 y llegar a las 1.500 en 2027, el techo de capacidad que permite la nueva planta a dos turnos.
"Cuando estábamos en el AIC veíamos estas instalaciones como una gran oportunidad para desarrollar nuestra producción y, con mucho esfuerzo, hemos logrado dar un salto que afianza nuestro proyecto aquí en Bizkaia", explica Ruiz.
A nivel comercial está previsto además iniciar la aventura en otros países europeos del entorno en 2026, lo que aseguraría esa cartera de pedidos que a día de hoy parece garantizada por la buena acogida de unos vehículos que refuerzan la apuesta de las instituciones locales por reducir las emisiones.