2025 va a ser clave para Petronor, ya que será el próximo año cuando comiencen a madurar sus ya anunciados proyectos de hidrógeno verde. La apuesta de la refinería por esta alternativa energética asentó sus pilares con la inauguración de su electrolizador de 2,5 MW en octubre de 2023, antesala del de 10 MW, que, si todo va según lo previsto, estará listo para el primer trimestre de 2026.
Para el de 100 MW, sin embargo, habrá que esperar. Por el momento se encuentra en ‘standby’, ya que a pesar de que el pasado mes de julio recibía 160 millones de euros del Gobierno central, Pedro Sánchez insistía ayer en su discurso de fin de año en su intención de mantener el impuesto a las energéticas y la banca también en 2025.
Las declaraciones de Josu Jon Imaz en octubre de 2023, en las que comprometía las inversiones de Repsol previamente anunciadas hasta que no existiera estabilidad regulatoria y fiscal a nivel nacional, siguen ahora, a las puertas de Año Nuevo, igual de vigentes que entonces.
Así, entre una de cal y otra de arena, la compañía liderada por Josu Jon Imaz, con Emiliano López Atxurra al frente de la filial vasca, ha elegido la prudencia en todo lo que concierne al futuro de sus inversiones. Y estamos hablando nada más ni nada menos que de 1.500 millones en toda España, de los que 220 millones se concentran en Euskadi, que siguen flotando en el aire.
Más allá del factor económico, hay que destacar que el desarrollo de estos electrolizadores, que han sido calificados por la Comisión Europea como ‘Proyecto Estratégico y de Interés Común Europeo’ (IPCEI), supondría, sin duda, un hito para el Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C), impulsado por la propia Petronor y en el que participan ya 46 empresas vascas.
Con la aplicación del hidrógeno verde en sectores como la industria, el gas, la electricidad o el transporte se incentivaría su popularización como materia prima para producir combustibles renovables y otros productos descarbonizados. Y, si aquí se pierden las oportunidades que ofrece el mercado, se aprovecharán desde otros países, como ya ha demostrado Repsol, que el pasado mes de octubre anunciaba la construcción de un electrolizador de 4 MW en su Complejo Industrial de Sines, en Portugal. Por el momento se trata de una pequeña inversión de 15 millones de euros, pero que podría ir en aumento en vista del apoyo regulatorio y fiscal mostrado en el país luso.
Avances en el Puerto de Bilbao
No obstante, siguen adelante las obras iniciadas el pasado mes de septiembre en el Puerto de Bilbao para la construcción de la planta de áridos sintéticos de Petronor, en la que el electrolizador de 10 MW será la pieza central. Dicho electrolizador abastecerá del hidrógeno necesario a la planta para llevar a cabo la transformación de CO2 en combustibles sintéticos que cuenten “con las mismas propiedades que los combustibles comerciales tradicionales”, aseguran.
Aunque la compañía vasca dispone ya de todas las autorizaciones pertinentes para emprender esta nueva actividad, para su entrada en funcionamiento habrá que esperar a principios de 2026, advierten. En esta innovadora iniciativa, que entraña una inversión superior a los 100 millones de euros, Petronor cuenta con el apoyo de la compañía británica especializada en procesamiento de residuos O.C.O. Technology, que participa como accionista al 25%.
La filial vasca de Repsol aspira así a convertirse en líder a nivel europeo en la fabricación de áridos sintéticos, que, como principal ventaja frente a los áridos naturales, permiten avanzar en materia de descarbonización, ya que para su producción se precisa la captura de un gas presente en la atmósfera y altamente contaminante como es el CO2.
Adelante con su plan estratégico
A pesar de las reticencias mostradas abiertamente frente a la política impositiva del Gobierno central, Repsol, y por ende Petronor, pretenden seguir adelante con su plan estratégico, si bien, esto será “cuando se den las circunstancias”, indican fuentes próximas a la dirección de la empresa.
Además, en la hoja de ruta elaborada por Repsol para el periodo comprendido entre 2024 y 2027, cobran un importante papel las instalaciones de la energética en Euskadi, donde además de contar con una planta en Muskiz, está presente en el Puerto de Bilbao yel pasado año inauguraba el EIC, el Energy Intelligence Center, en el Parque Tecnológico de Ezkerraldea-Meatzaldea en Abanto-Zierbena.
Así pues, este documento sitúa a Bizkaia como escenario de diversos proyectos destinados a reforzar la competitividad de la compañía y a crear nuevas iniciativas bajas en carbono. No obstante, la empresa liderada por Josu Jon Imaz prioriza las inversiones en “activos de calidad e iniciativas bajas en carbono, una atractiva retribución al accionista y el mantenimiento de la fortaleza financiera”.
Investigación en entornos industriales
Además del electrolizador de 100 MW y la planta de combustibles sintéticos, Petronor participa, junto a un amplio abanico de empresas, en los proyectos de investigación en diferentes aspectos del hidrógeno como ONTZHi, H2Integra, HyBizkaia y H2 Basque.
Y junto a Repsol y Cellnexel, forma parte también del proyecto europeo IRIA. Con un presupuesto de 4,6 millones de euros financiados por la Unión Europea a través de los fondos NextGenerationEU, el proyecto empleará la digitalización y la descarbonización para el desarrollo de nuevas operativas y aplicaciones en entornos industriales.
“IRIA nos permitirá disponer de una red privada 5G en ámbito industrial que apoyará el despliegue de robots, la asistencia remota experta o el dispositivo personal conectado entre otros, así como seguir progresando en la transformación digital de la compañía”, indican.