Publicada

La antigua Caja Vital, ahora fundación bancaria, ha puesto todo su empeño para que el control de Talgo regrese a Euskadi. La entidad alavesa ha visto una oportunidad de oro para iniciar una política de inversión en empresas del territorio y entra al igual que BBK en ese abanico de socios vascos dispuestos a hacerse con el 30% del fabricante de trenes.

Junto a Vital conforman esa oferta sobre la mesa de Trilantic tanto el dueño de Sidenor, José Antonio Jainaga, como el Gobierno vasco y la entidad 'hermana' BBK. Son tres actores con una capacidad de inversión superior y, por ello, de salida todos ellos ofrecen 45 millones de euros de mínimo (la oferta incluye una parte variable) frente a los 20 millones de la antigua caja alavesa.

Aunque en términos absolutos pone menos de la mitad, el esfuerzo de Vital es especialmente relevante en relación a su tamaño (controla el 11% de Kutxabank frente a más de la mitad de BBK) y de algún modo supone también la apuesta más arriesgada en ese intento de enderezar el rumbo de Talgo.

Ramiro González y Jon Urresti, presidente de Vital

Finkatuz mira a Álava

De un lado Jainaga, curtido en este tipo de negociaciones, hace tiempo que asumió la batuta de la operación. Se da por hecho que tendría vía libre en la gestión del fabricante de trenes, con el que puede lograr interesantes sinergias para sus otros negocios.

En la inversión del Gobierno de Imanol Pradales, que ejecutaría su segunda operación de calado vía Finkatuz, hay un claro componente político.

Incidir en el arraigo de grandes compañías con peso en Euskadi desde el presupuesto público fue una de las promesas declaradas en campaña electoral por el ahora lehendakari, que acaba de anunciar un foro de industria a varias bandas tras los pobres datos de actividad del sector.

Más aun cuando Jainaga se ha convertido en el elegido también por el Gobierno central para mantener en España la mayoría del accionariado Talgo, por otro lado una empresa clave para las infraestructuras del país (queda por computar aun en la ecuación la posible aportación de la Sepi, un último acelerón pendiente en caso de que los otros pretendientes mejoren esta oferta los próximos días).

Los consejeros Noël d'Anjou y Mikel Jauregi, en la presentación de la inversión en Grupo Arania

La de Talgo sería de confirmarse la primera operación de Finkatuz en una empresa con raíces en Álava tras la entrada en las vizcaínas ITP Aero y Grupo Arania y la guipuzcoana CAF (Kaiku por su parte, cuya parte pública del accionariado se arrastra desde antes de la creación de Finkatuz, tiene su sede en San Sebastián).

Y BBK por su parte ha ejercido como bisagra para terminar de componer la oferta que se conocía esta semana. Por su tradición histórica y su peso mayoritario en Kutxabank el concurso de la fundación vizcaína se entendía, también desde la propia Vital, como muy relevante para vestir una especie de 'oferta de país' a pesar de la concurrencia de intereses en otra firma ferroviaria como es CAF.

Xabier Sagredo, presidente de BBK Europa Press

A menor tamaño, mayor riesgo

Lo previsible es que el beneficio de Kutxabank en 2024 vuelva a rondar los 500 millones de euros, lo que supondría un reparto de unos 300 millones en dividendos en línea con los últimos ejercicios (ya se han entregado 237 millones a falta de lo correspondiente al cuarto trimestre).

De ahí le corresponderían algo más de 170 millones a BBK por su condición de mayoritaria. La entidad de Xabier Sagredo sigue engrosando así su músculo financiero destinado en parte a reforzar su presencia en empresas clave con una nómina de participadas entre las que están la citada CAF, Arteche, Iberdrola o, en su caso, Talgo.

El lehendakari, Imanol Pradales, junto al presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga / IREKIA

Con ese mismo esquema a Vital le corresponderían algo más de 30 millones de euros por el beneficio de Kutxabank en 2024, por lo que su inversión de respaldo a Jainaga rondaría dos terceras partes del dividendo anual. En caso de cumplirse los objetivos y de que los compradores tengan que irse hasta los 4,8 euros la acción, la parte que le correspondería a Vital sería algo mayor, unos 23 millones.

Espadas en alto en todo caso en la pugna por el control de la histórica empresa fundada por Goicoechea y Oriol, por la que está previsto lanzarán nuevas ofertas también Jupiter Wagons y Pesa, que no desisten pese al respaldo político que arropa a Jainaga.