
El promotor del primer parque solar flotante vasco ya estudia más proyectos en Euskadi
El promotor del primer parque solar flotante vasco ya estudia más proyectos en Euskadi
Tras el éxito de esta primera instalación, así como de otros tres pequeños proyectos en Almería, Sevilla y Tenerife, la startup inicia ahora una segunda fase de escalada en su actividad con la previsión de quintuplicar la cifra de negocio en 2025
¿Llegará por fin el despliegue renovable? Los 34 parques proyectados en 2024 frente a la burocracia
Euskadi da un paso más en su tedioso despliegue de energía renovable, y lo hace a lo grande. Hace apenas unas semanas, se presentaba la primera instalación de energía solar flotante en el territorio, instalada por la empresa EMICA Solar en 2023, una startup que con esta implantación, y su ya aprobada fase de prueba y demostración, busca posicionar y liderar este subsector a nivel nacional.
Y es que a pesar del auge de la energía fotovoltaica en España en los últimos años, en los que multitud de proyectos solares han sido aprobados e instalados por todo el país en busca de la ya tan conocida transición energética, el de la energía solar flotante es todavía un campo poco explorado por las compañías españolas, dada su complejidad.
A pesar de esta y de sus limitadas dimensiones, la planta solar flotante del Parque Tecnológico de Euskadi, se ha constituido ya como un auténtico banco de pruebas para demostrar la efectividad y posibilidades de esta novedosa forma de generación de energía renovable.
“Para nosotros, es nuestra carta de presentación a Euskadi y al mundo, nuestra seña de identidad, en el que se ponen de manifiesto las ventajas de nuestro producto y nuestros valores como compañía: maximización de la energía generada, adaptabilidad, robustez y fiabilidad”, explica Mikel López de Lacalle, director general de EMICA Solar.
Esta dispone de una potencia de 106 Wp y desde su puesta en marcha, en verano de 2023, ha generado un autoconsumo anual del 30% en el parque y ahorrado 104 toneladas de emisiones de CO2. Todo ello, además, enfrentándose a las condiciones climáticas adversas del territorio, en especial a los fuertes vientos, de más de 120 kilómetros/hora, e incluso nevadas.

La viceconsejera de Transición Energética, Irantzu Allende, Jon Ander Agirrebengoa, CEO de EMICA, y Mikel López de Lacalle, director general de EMICA Solar
Patenta su tecnología
La infraestructura consta de 196 paneles solares, que ocupan una superficie de 900 metros cuadrados, y se asienta sobre una estructura flotante cuya característica distintiva es un diseño inspirado en el casco de un barco trimarán.
Una configuración, patentada por la startup, que permite utilizar paneles solares bifaciales, los cuales incrementan el rendimiento energético gracias a diversos factores: un mejor aprovechamiento de la luz solar y del reflejo de esta sobre el agua, el efecto de enfriamiento por la temperatura del agua sobre la que se apoya el sistema, y el flujo del aire bajo los paneles, que mejora la eficiencia. Todo un sistema innovador que se refuerza con los 25º de inclinación que pueden alcanzar los paneles, frente a no más del 5º en otras instalaciones.
“El proyecto ha sido desarrollado en conjunto por varias empresas vascas. En primer lugar, el promotor y dueño de la instalación es el Parque Tecnológico de Álava, que lo llevó a cabo a través de una licitación pública. Nosotros nos presentamos en UTE a esa licitación junto con la empresa alavesa Del Valle Aguayo. La UTE fue la adjudicataria de la licitación y la combinación del conocimiento eléctrico de Del Valle Aguayo junto con nuestro conocimiento en estructuras flotantes y sus sistemas de amarres fue clave para el desarrollo del proyecto. También por nuestra parte mantenemos acuerdos de colaboración con proveedores locales para ciertas partes de nuestro sistema”, añade López de Lacalle.

Primer parque solar flotante vasco
Nuevos proyectos
Tras el éxito de esta primera instalación, así como de otros tres pequeños proyectos en Almería, Sevilla y Tenerife, la startup inicia ahora una segunda fase de escalada en su actividad con la previsión de quintuplicar la cifra de negocio en 2025, hasta situarse en el entorno del millón de euros. Estos después de que hace unos días esta cerrase una operación de ampliación de capital de 500.000 euros, en la que han participado fondos de inversión del Gobierno vasco, a través de SPRI y de la Diputación Foral de Vizcaya.
Para ello, asegura el director general de la compañía, se plantean ya nuevos proyectos flotantes en Euskadi en los próximos años así como en la cuenca del Ebro y las Islas Canarias, aunque, avisa, “la cronología de estos dependerá en cierta medida de la aplicación de la regulación actual y las ayudas que vengan por parte de las administraciones públicas. El Real Decreto aprobado por el gobierno de España en agosto de 2024 para la regulación del uso de embalses de dominio público para proyectos flotantes junto con las ayudas lanzadas por IDAE nos hacen ser optimistas”.
De las bombas hidráulicas a la energía solar
EMICA Solar se constituyó hace cuatro años fruto de un “intraemprendimiento de EMICA Bombas”, explica Jon Ander Aguirrebengoa, CEO de esta empresa -de más de 120 años de trayectoria-.
“Por un lado, se identificó una oportunidad dentro del sector agua, donde clientes del propio EMICA Bombas, tenían dificultades para cubrir esos consumos energéticos que les generaban las bombas compradas a EMICA. Con el objetivo de dar una solución más completa a esos clientes, se trabajó en la idea de un sistema de generación energética. Parte del equipo de bombas contaba con una dilatada experiencia en la fotovoltaica convencional, lo que nos llevó a apostar por esta tecnología”, detalla.
A ello, añade, se le juntó una problemática con los clientes de bombas,” que en muchas ocasiones no disponían de suelo para colocar una fotovoltaica terrestre o ese suelo tenía un uso agrícola”.
El reto, señala, fue exigente, “pero como decía anteriormente, la trayectoria de varias personas del equipo de bombas, que ha sido parte de los inicios de la fotovoltaica en España, nos ha ayudado mucho. También ha sido clave el conocimiento industrial y de mercado que nos han trasladado desde EMICA Bombas, que tiene más 125 años de historia. Y no solo eso, creo que una de las cosas más valiosas que nos hemos llevado de bombas son esos valores de robustez, fiabilidad y valor añadido, que hemos tratado de trasladar a la compañía y a nuestro producto”.