El consejero Mikel Jauregi con Antón Arriola, de Kutxabank, y José Antonio Jainaga / Irekia
Kutxabank y Mondragon tienen la llave para la entrada de los fondos de pensiones en empresas
El banco vasco y el grupo cooperativo reúnen por distintas vías cerca de dos terceras partes de los 30.000 millones de patrimonio total de las EPSV
Más información: Las EPSV tienen invertido en Euskadi el 6% de su patrimonio con 350 millones en empresas
No habrá estrategia común y cada EPSV valorará las propuestas que ponga encima de la mesa el Gobierno vasco en el marco de la alianza financiera para fortalecer el arraigo. El mensaje de la federación que agrupa a los planes de pensiones vascos ha sido nítido en relación a la libertad de cada entidad a la hora de hacer suyo o no el llamamiento del Gobierno vasco para entrar en empresas.
Eso obliga a mirar a los grandes actores vascos del sector, entre los que sobresalen el Grupo Mondragon y Kutxabank y sus tres accionistas (BBK, Kutxa y Vital). Si bien algunas de las EPSV con más tirón (Elkarkidetza e Itzarri, de empleados públicos, o la guipuzcoana Geroa) pueden situarse más o menos fuera de esas órbitas, lo cierto es que la mayor parte del patrimonio conjunto, unos 30.800 millones de euros, corresponde al banco de Antón Arriola y al gigante cooperativo que encabeza Pello Rodríguez Zabaleta.
Baskepensiones, del grupo Kutxabank, contaba a cierre del pasado ejercicio con más de 6.500 millones de euros, cifra solo superada por LagunAro EPSV con cerca de 7.500 millones, según datos ofrecidos por la propia federación.
La EPSV del grupo Mondragon sobresale por patrimonio dentro del grupo de entidades de empleo, las que se nutren de aportaciones de trabajadores y empresarios, si bien la entidad presenta importantes particularidades por ser los asociados cooperativistas.
Recientemente el Gobierno central ha refrendado la plena viabilidad de este modelo mixto, permitiendo a los socios contribuir económicamente tanto a la Seguridad Social como a su propio fondo.
Pello Rodríguez Zabaleta, presidente de la Corporación Mondragon
Clientes y trabajadores
A esa 'hucha' de 7.500 millones de euros, que Mondragon utiliza no solo para complementar las futuras pensiones, también como colchón para solventar problemas laborales en cooperativas en crisis, hay que sumar el patrimonio en gestión por parte de Laboral Kutxa bajo el paraguas de Euskadiko Pentsioak, EPSV individual con más de 1.700 millones.
Ignacio Etxebarria, presidente de la Federación de EPSV de Euskadi
En la órbita de Kutxabank, además de lo que controla Baskepensiones hay que sumar otros recursos que tiene la EPSV de los empleados de la entidad, además de otra pequeña parte de Fineco. Por otro lado, los fondos de pensiones de trabajadores ligados a las tres antiguas cajas BBK, Vital y Kutxa, accionistas del banco, suman en torno a 2.000 millones de euros más.
Mondragon y Kutxabank (en este caso junto a su principal accionista BBK) son por tanto los actores económicos que deben decidir sobre buena parte de los ahorros acumulados en planes de pensiones, cerca de dos terceras partes, y por tanto los que tienen realmente la llave a la hora de valorar si ese enorme patrimonio va a jugar un papel decisivo o no en el control de empresas estratégicas.
Asamblea de LagunAro EPSV
Una hoja de ruta clara
Y, en ese sentido, es importante destacar que tanto el banco como el grupo cooperativo tienen por su propia naturaleza una hoja de ruta más o menos acotada en torno a sus participaciones empresariales. En el caso de Mondragon es lógico que ese colchón esté a disposición de sus propias empresas mientras que Kutxabank, si bien conserva posiciones importantes, parece haber dejado en manos de las fundaciones bancarias ese papel de accionista directo en compañías vascas.
Presentación de la alianza financiera vasca con presencia de la federación de EPSV
Por ahora la nómina real de participaciones en empresas de las EPSV es más bien corta. Según datos de la federación son poco más de 350 millones de euros lo que está invertido en el tejido empresarial, un porcentaje muy bajo sobre esos más de 30.000 millones, con un pilar reconocido como es Orza (más de una veintena de participadas) controlado precisamente por Geroa y Elkarkidetza, fuera de esa dupla que forman Kutxabank y Mondragon.
Las inversiones en el capital por parte de las entidades de previsión social se concentran sobre todo en firmas de pequeño y mediano tamaño de corte innovador y tecnológico, aunque existen otras apuestas en empresas de peso sobre todo por parte de Itzarri, uno de los principales accionistas de Tubacex y con participaciones mínimas en otras grandes multinacionales. Entre las aventuras fallidas hay que destacar la de Geroa en la catalana Holaluz.
